27/12/25

No era un sueño, era un recuerdo que aún respira


Sucedió nuevamente ...

Fotografía de Scott Carpenter (1925 – 2013)

27 diciembre 2025

- Cuando desperté, tuve la sensación de no haber regresado del todo. Aún me veía allí, rodeado de todos ellos, sin ausencias, como si alguien hubiera detenido el tiempo y lo hubiera pintado en un lienzo antiguo, quizá uno de Velázquez, pero sin colores, solo sombras y luces.

- El aire estaba cargado de vida: tortilla recién hecha, pan con tomate, chuletas chisporroteando, el vino de Alella perfumando la mesa… y ese bullicio juvenil que me envolvía. Eran chicos de mi quinta, o eso creía; quizá algo mayores, aunque en aquel instante me daba igual. Incluso el estruendo me resultaba armonioso, como el coro de la misa de doce en la parroquia de la Travessera de Gràcia.

- De pronto, una voz profunda, surgida justo detrás de mí, me preguntó: Niño, ¿qué haces aquí? ¿No ves que este ya no es tu tiempo?

- No supe qué responder. Me mordí la lengua para no soltarle: ¿Y tú quién eres para expulsarme de mi propio cuento?

- Me levanté para ir al baño y, al golpearme la tibia contra la esquina de la cama, regresé de golpe a mi presente. Aun así, mientras me frotaba la pierna, no pude evitar preguntarme de quién sería aquella voz que parecía venir desde el fondo de mis años. ¿Sería la mía?, pensé.


25/12/25

Navidad: Nearer, My God, to Thee

 Hoy y siempre ...


25 diciembre 2025

Feliz Navidad. Que el espíritu de la Navidad llegue a todos los rincones del mundo, ahora, hoy y siempre.

24/12/25

Post de Nochebuena

Vivamos la Nochebuena de corazón, hagamos firme ese momento



24 diciembre 2025

- Hay años en los que uno comprende, casi sin darse cuenta, que los mejores regalos no caben en una caja. Por eso, este año me atrevo a recomendar algo distinto: en lugar de pedir cosas… pidamos momentos.

- Pidamos reencuentros y cafés con esas personas a las que, sin querer, habíamos empezado a echar de menos. Pidamos tardes inesperadas, con un par de copas de vino y conversaciones que nos devuelvan la risa. Pidamos encontrar a alguien que nos inspire a ser mejores, que nos recuerde que aún queda mucho por vivir.

- Pongamos toda nuestra ilusión en un décimo de lotería del niño (por si acaso), y preparemos una lista de viajes, aunque sea solo para soñar. Pidamos cenas acogedoras en familia, comidas con amigos, y entendamos que la felicidad, al final, es compartir estas fechas con quienes están ahí todo el año, no solo en diciembre.

- Pidamos también aprender a cambiar lo que no nos gusta de nosotros mismos, porque crecer sigue siendo posible a cualquier edad. Pidamos una declaración de amor, aunque sea pequeñita. Pidamos tardes de peli-sofá-manta-chimenea, de esas que curan el frío de fuera y el de dentro. Pidamos dibujar sonrisas a quienes viven una postal navideña distinta, más dura, más silenciosa.

- Y pidamos por nosotros mismos, porque también lo merecemos. Que al menos uno de esos mil deseos que guardamos en el corazón se haga realidad.

- Deseos: En esta Nochebuena, que la nostalgia no duela, sino que abrace. Que recordemos lo vivido con ternura y miremos al futuro con esperanza. Que sepamos valorar lo pequeño, lo cotidiano, lo que permanece. Y que cada uno encuentre, en estas fechas, un motivo para sonreír y otro para seguir adelante.

De corazón, ¡¡¡Felices Fiestas!!!

22/12/25

Sonreí mientras mis ojos brillaban: No necesito que me toque la lotería ...

Ese indiscreto brillo de nuestros ojos que ...

Imagen de mi baul-e

22 diciembre 2025

Hoy dejaré aquí algo que escribí hace cuatro años y que me gusta recordar:
Estaba, estábamos, (Ella y yo), viendo el Sorteo de la Lotería Nacional por TV. En la parte baja de la pantalla, aparecían distintos mensajes de espectadores que la TV publicaba sin añadir comentario alguno, pero leí uno que me puso el punto de brillo necesario en mis ojos cual clara manifestación de mi estado. El mensaje leído, decía algo así:

«Yo no necesito que me toque la Lotería, cada año me junto con mi abuela para ver juntas el Sorteo por TV, y eso, estar junto a ella, para mí ya es un gran premio.» 
 ¡¡¡Feliz Navidad!!!

20/12/25

El mejor regalo de Navidad 10 años después

Una historia navideña que revive emociones diez años después…

Imagen de mi baúl-e
20 diciembre 2025

- Han pasado diez años desde aquellas oficinas con la mesa llena de presentes navideños y cientos de postales que nos hacían sentir importantes. Hoy esas costumbres apenas sobreviven, y lo que antes era ostentación se ha vuelto recuerdo.

- Lo esencial, sin embargo, sigue intacto. Y cada vez lo siento más: la familia, la salud, los pequeños gestos que no se compran. Aquellos presentes y aquellas postales fueron símbolo de un tiempo que ya no vuelve, pero lo que permanece es mucho más valioso. Hoy, el mejor regalo no viene envuelto en celofán, sino en la mirada cómplice de mis nietos, en la conversación pausada con quien me acompaña, en el silencio compartido que ya no necesita palabras.

- Este año, como entonces, descubro que el verdadero regalo no está en lo que se recibe, sino en lo que se comparte. Un beso inesperado de mi nieta, una sobremesa sin prisas, la risa que brota sin motivo… todo eso es ahora mi premio, mi verdadero presente navideño.

- Feliz Navidad, sí, diez años después, sigue siéndolo.

18/12/25

Dos besos y una victoria

Fotografía de mi viejo baúl-e

18 diciembre 2025

- Hoy quisiera dejar claro que, por mucho que hable de ella y que hasta me emocione más y más a cada minuto que se acerca la Navidad, no, yo no la inventé, ni soy su principal valedor en todos los mundos de mi universo cercano. Hoy, para evitar confusiones, no hablaré de ella.

- Dejaré escrito una vez más cuál es la razón de mi existencia, es decir, cuál es el motivo principal por el cual he conseguido llegar hasta aquí y con ello, aunque sea a ratos, consigo mantenerme en pie: Ella, la que lleva cincuenta y tres años en el otro lado de mi cama.

- Eran las nueve de la mañana. Un monitor colgado en la pared de la sala de espera iba mostrando unos enrevesados textos que marcaban la siguiente cita y, tras un ligero retraso, sonó a la vez que se vio en el monitor ese texto que coincidía con el que estaba escrito en mi ticket de cita. Curiosamente, el texto era: ATQM1972.

- El médico me recibió con gran amabilidad y me mandó a la sala de las Eco Doppler para hacerme algunas pruebas. “Túmbese en la camilla”, me dijeron. Médico y enfermera nos miraban como si de un gran espectáculo se tratara, viendo a Ella hacer la labor de tumbarme. Con su brazo, su abnegación y su habilidad consiguió que así fuera. Me senté en la camilla y, antes de tumbarme, Ella me miró fijamente durante un par de segundos antes de darme un sencillo y discreto beso en los labios. Después, con gran esfuerzo, consiguió que me tumbara en la camilla. Médico y enfermera seguían allí, paralizados.

- Terminadas las pruebas, médico y enfermera hacían gestos de querer ayudar, pero sin hacerlo. Vieron de nuevo cómo Ella, en un importante esfuerzo, consiguió dejarme sentado en la camilla, cómo me puso los calcetines y los zapatos… y cuando ya estaba en posición de saltar de la camilla, Ella volvió a darme otro discreto beso como el anterior. Entonces miré al médico y a la enfermera: los dos estaban con los ojos en lágrima y sin soltar palabra alguna, hasta que la enfermera, una vez estábamos ya los dos de pie, nos dijo: “Por Dios, hace muchísimo tiempo, quizás años, que no veía nada igual, ni tan bonito”. Y sin decir nada más, envuelta en unas disimuladas lágrimas, salió apresuradamente de la sala con el ánimo de no ser vista en ese estado.

- El médico, con cara sonriente y sin disimular su discreta emoción, me estrechó la mano y me dijo: “Enhorabuena”. Tras un par de segundos de silencio y mientras tragaba saliva, apostilló: “Ah, está usted como un chaval… bueno, como un chaval de su edad”.

- Y yo pensé que, en efecto, la vida me sigue regalando milagros cotidianos: dos besos discretos que vencen al cansancio, una mano que nunca se suelta, una mirada que sostiene más que cualquier medicina. No hay edad que pueda derrotar a quien se aferra a la ternura y a la esperanza. Porque la verdadera juventud no se mide en años, sino en la fuerza de seguir amando y resistiendo.

No te rindas: cada día, cada gesto, cada latido compartido es una victoria.

16/12/25

El día de Navidad, hoy y ayer

Imagen de mi viejo baúl-e

16 diciembre 2025

- Llega la Navidad y parece como si el mundo se hiciera pequeño, íntimo, amable, nostálgico.

- No sé muy bien por qué, pero un mar de lágrimas, húmedas y silenciosas, se desliza por mis mejillas mientras recorro la ciudad y contemplo un árbol iluminado, un incansable Papá Noel que no cesa en su empeño de recoger todas las cartas de ese mundo feliz de los inocentes jovencitos que se colocan junto a él para que su padre les haga una foto que guardarán como un tesoro toda la vida.

- Cada instante en que una imagen, una cita, una película (de esas que, dada mi escasa capacidad de moverme, ya solo puedo ver por televisión), despierta en mí un cosquilleo, como hormigas recorriendo mis viejos brazos manchados por el tiempo, brazos que algún día me darán un susto, como nos dicen a todos los que ya estamos en eso de “es que usted ya tiene una edad”.

- Sueño con ese momento en que, cada año, cuando los tenemos a todos con nosotros, evoco aquella otra era en que era yo el impaciente por descubrir qué habían preparado los abuelos o la cocinera familiar de turno para la fiesta. Lloro sin soltar lágrima alguna, no sé si escucho aquello de “cariño, no comas más que vas a subir al cielo como un globo”, pero ese día nadie se atreve a llamarnos la atención. Al contrario, pequeños y mayores se desviven por halagarnos con frases como “prueba esto que ha hecho tu nieta para ti” o “Papá, he traído ese vino que tanto te gusta”, y, cómo no, el esperado anuncio de… ¡¡¡y ahora los dulces!!!

- Pero, sin duda, lo mejor es la cantidad de conversaciones cruzadas que se repiten de un lado al otro de la mesa como si no hubiera fin del mundo. Todos hablan, ríen, comen, cuentan sus cosas… todos te abrazan y se abrazan. Y es entonces, justo entonces, cuando el Espíritu de la Navidad se apodera de mí, de nosotros, de todos nosotros, y nos sorprenden las cinco, las seis, las siete y hasta las once. La Felicidad, sentirla, nos hace felices. Y siempre me surge la misma pregunta, desde que recuerdo haberla celebrado: “¿Tan difícil sería conseguir que para el mundo entero siempre fuera el Día de Navidad?”

- Y cuando la noche se apaga y las luces del árbol titilan como estrellas cansadas, me quedaré en silencio, abrazado a la certeza de que este día no muere: se queda latiendo en cada recuerdo, en cada risa compartida, en cada abrazo que nos sostuvo. Navidad se despedirá, pero dejará su huella como cada año: un latido que nos recuerda que la vida, cuando se celebra juntos, es siempre un milagro.

14/12/25

Latidos de dignidad en la edad serena

Imagen de mi baúl-e
 

14 diciembre 2025

- Hoy quiero escribir sobre la salud, pero también sobre esa extraña dependencia que tenemos del mal funcionamiento de los sistemas públicos y privados. Quienes ya tenemos cierta edad empezamos a ser incluidos en ese grupo al que llaman con cierta condescendencia: “usted es que ya tiene una edad”. Es un apelativo que médicos, amigos y opinadores bienintencionados utilizan casi como un eufemismo para ocultar la falta de soluciones reales.

- Recuerdo aquella anécdota de la hija que, feliz, le dijo a su madre: “Mamá, me han contratado en Telecinco”. Y la madre, con ironía, respondió: “Pues haber estudiado”. Algo parecido ocurre con nosotros: cuando pedimos ayuda, la respuesta suele ser un consejo simplista, como si la complejidad de la vida pudiera resolverse con un gesto trivial.

- En informática, la frase mágica es: “¿Has probado a apagarlo y encenderlo?”. En sanidad, la respuesta es: “Entre en la web del Gobierno Autonómico”. Y en banca: “Descárguese la aplicación en su móvil”. Pero para quienes ya tenemos cierta edad, ese lenguaje digital es una jungla. Navegar por portales administrativos, pedir una cita médica o descargar un informe se convierte en una odisea.

- El teléfono del centro de salud rara vez se atiende con solvencia, porque los sanitarios trabajan bajo un estrés permanente. Los bancos han cerrado oficinas y nos empujan hacia cajeros automáticos que parecen diseñados para ingenieros, no para jubilados. Las administraciones públicas multiplican formularios y contraseñas, olvidando que detrás de cada trámite hay una persona que busca dignidad, no obstáculos.

- La comunicación es, sin duda, uno de los grandes problemas de este grupo del “usted ya tiene una edad”. Pero no es el único. También lo son:

  • La falta de acompañamiento digital para trámites esenciales.

  • La escasa empatía en servicios públicos que priorizan la rapidez sobre la humanidad.

  • La invisibilidad de los mayores en un mundo que corre demasiado deprisa y olvida que la experiencia también es un valor.

  • La soledad que se multiplica cuando la tecnología sustituye al contacto humano.

Y así llegamos al final de este desahogo.


Plegaria final

- Que quienes nos gobiernan recuerden que detrás de cada pantalla, cada cita y cada trámite, hay un rostro que merece respeto. Que no se dejen apabullar por la prisa ni por la burocracia, y que tengan el coraje de poner orden en sistemas que hoy parecen diseñados para excluir a los más vulnerables.

- Que escuchen la voz serena de quienes ya tenemos una edad, no como un lamento, sino como un latido que pide dignidad. Y que nosotros, los afectados, no perdamos nunca la esperanza ni la fuerza de seguir reclamando nuestro lugar en esta sociedad que también construimos.

- ¿Y mientras tanto nosotros qué hacemos? Resistir, acompañarnos, y seguir recordando que la dignidad no se negocia y con ello debemos protestar humilde y educadamente en todos aquellos lugares en que podamos hacerlo. Cada uno lo hará a su manera, ésta, aquí y ahora, es una de mis formas de hacerlo.


12/12/25

Felicidad entre límites y abrazos

Como este avión en tierra, mi alma sigue lista para recuperar el vuelo


12 diciembre 2025

- A mis 76 años, incluso cuando el cuerpo me recuerda sus límites con un inesperado pinchazo, descubro que la verdadera fuerza no está en los músculos, sino en la serenidad del alma. La edad y la FSHD han trazado fronteras en mi movilidad, pero no han logrado cercar mi dicha. Porque me rodean la familia y los amigos, y en su compañía hallo la paz que ninguna dolencia puede arrebatar. Soy feliz: mi vida se ha convertido en un refugio de afectos, en un canto sereno donde la fragilidad se transforma en sabiduría y la quietud en plenitud.

A veces la vida se detiene, pero sigue siendo inmensa.

10/12/25

Hubo un tiempo: Oda a la edad

Fotografía de Robert Doisneau
 

10 diciembre 2025

- Hubo un tiempo en que la edad parecía un peso, un calendario que marcaba con insistencia los días. Pero hoy sabemos que cada arruga guarda un río, cada mirada encierra un niño que aún sueña, y cada paso nos acerca no al final, sino a la plenitud de haber vivido.

- La vida no se mide en años, sino en la intensidad con que abrazamos los instantes, en la ternura que dejamos en los demás, en la esperanza que seguimos sembrando.

- Por eso, cuando Neruda nos recuerda que “todos los viejos llevan en los ojos un niño”, no habla de nostalgia, sino de la fuerza luminosa que nunca se extingue.

- Que este poema sea entonces un espejo que nos invita a mirar dentro, a reconocer que la edad no apaga, sino que enciende con más hondura la llama de lo que somos:

Yo no creo en la edad.

Todos los viejos
llevan
en los ojos
un niño,
y los niños
a veces
nos observan
como ancianos profundos.

Mediremos
la vida
por metros o kilómetros
o meses?
Tanto desde que naces?
Cuanto
debes andar
hasta que
como todos
en vez de caminarla por encima
descansemos, debajo de la tierra?

Al hombre, a la mujer
que consumaron
acciones, bondad, fuerza,
cólera, amor, ternura,
a los que verdaderamente
vivos florecieron
y en su naturaleza maduraron,
no acerquemos nosotros
la medida
del tiempo
que tal vez
es otra cosa, un manto
mineral, un ave
planetaria, una flor,
otra cosa tal vez,
pero no una medida.

Tiempo, metal
o pájaro, flor
de largo pecíolo,
extiéndete
a lo largo
de los hombres,
florécelos
y lávalos
con
agua
abierta
o con sol escondido.
 
Te proclamo
camino
y no mortaja,
escala
pura
con peldaños
de aire,
traje sinceramente
renovado
por longitudinales
primaveras.

Ahora,
tiempo, te enrollo,
te deposito en mi
caja silvestre
y me voy a pescar
con tu hilo largo
los peces de la aurora!

Pablo Neruda

08/12/25

La eternidad cabe en una caricia

 

Imagen de mi baúl-e

08 diciembre 2025

- Sentado en el salón, después de comer, hago ver que me duermo. Y entonces ocurre la magia: unas pequeñas manos me colocan una mantita encima, unos labios diminutos me regalan un beso en la mejilla, y escucho cómo las voces bajan el tono, un “pssssss” y un “no despertéis al abuelo”. La casa huele a comida de domingo, a Navidad, a hogar feliz.

- Cuando finjo despertar, todos quieren jugar conmigo a lo que sea. La mayor decide con entusiasmo: “¡Vamos a jugar al Monopoly!”. Y veo cómo a la abuela la rodean, queriendo enseñarle sus creaciones en TikTok o en Instagram. Se ríen, son felices… y nosotros, a esta edad, sentimos que la vida nos regala lo mejor de sí misma. Es el descanso del guerrero, el premio al trabajo bien hecho, aunque no sepamos explicar muy bien cuál ha sido nuestro mérito.

- Hay una felicidad para cada tiempo, y un tiempo para aprender a entenderla. No renunciar nunca a ella nos convierte en sabios a nuestra manera: aprendemos a ser pacientes, a no tener prisa. Porque para ser feliz no hace falta correr, basta con saber acompañar a quienes nos rodean y nos quieren, como si cada día fuese el último.

- Y así descubro que la verdadera eternidad no está en los años, sino en estos instantes que se graban en el alma. La felicidad no se busca, se reconoce en los ojos de quienes nos rodean. Y en este escenario, donde la vida baja el telón despacio, siento que el papel de abuelo es el mayor premio que me ha tocado interpretar.

06/12/25

La noche y sus revelaciones

De mi viejo baúl-e cosechada con aquellos primeros pasos de Bing/Imágenes

06 diciembre 2025

- Escribí hoy, hace un rato, de madrugada, algo que seguramente sale de la imaginación de un irresponsable "imaginarista" que ya escribió esto alguna otra vez y siempre en plenitud imaginativa que es cuando la realidad se hace menos cruel y más digna.

- En mi escenario de esta noche ya arruinada por un seguro, imaginario y más que brillante amanecer, un amigo me dijo, casi en silencio y muy sonriente: “yo también te quiero”. No pude resistirme: lo escuché como si lo gritara dentro de mí. Le di un abrazo de reencuentro, nos tomamos un par de copas con sabor a pasado, a fiesta, a diferencias olvidadas, a tiempos de luz e imaginación sin límites. Prometimos repetirlo.

- Pero en otro punto del mismo escenario, otro reencuentro me llevó al recuerdo de una olvidada decepción que omití representarla como merecía el momento, pero me abstuve, no tengo edad, ni salud para disgustos, no todo puede ser reluciente en una misma y adivinada relación de amistad no reconocida... sonreí. Dicen que a las personas se las conoce en los momentos extremos: en un incendio, en un accidente, ante una puerta cerrada… o frente a una contrariedad absurda. Y ahí, la decepción se mostró desnuda.

- En el otro lado de la escena, Antonia, superviviente por excelencia, parecía que su olvidada quimioterapia le había vuelto a la cara. Sin motivo alguno y de forma inesperada, decidió marcharse (Antonia), a llorar en otro rincón, lejos de las risas, de la música y de la falsa interpretación de una felicidad con fecha de caducidad. Corrí tras ella, le hablé, la abracé, recompusimos nuestra imagen y volvimos al escenario principal de la noche donde todo el mundo se muestra feliz.

- La noche, sin embargo, tuvo su propio y feliz poema cuando ya parecía que nada más iba a suceder. Lo escribió un veterano chaval, setentón, con abundantes canas y un peinado de pintor trasnochado. Alto para su edad, siempre sonriente, exageradamente amable, siempre con la ayuda de sus dos primeras copas de Tom Collins perfectas y una ansiedad por vivir que no ocultaba ni en su salud contrariada. Su forma de entender la amistad era esencial, y su manera de entrar y salir del espacio central nocturno (las próstatas ayudan a evadirse de complicadas preguntas o de conversaciones que no vienen al caso). El joven veterano y setentón galán, bastón en mano izquierda, desaparecía al ritmo de Born to be alive del gran Patrick Hernández en dirección a los cuartos de agua (WC), una vez había dejado bien claro en un constante discurso de que su vida era feliz, muy feliz y que el amor cura cualquier dolencia por mala que parezca.

- Cuando volvió (algunos lo consideraban odioso, otros sorprendente), pero, sin motivo aparente alguno, antes de sentarse en la tribuna del ala musical más cercana a la del chico que organiza, calienta y dispone el orden de salida de los mp3, le dio un lento y discreto beso en los labios a la mujer que lo acompañaba y que él mismo siempre repetía que estaba a su lado desde hacía más de cincuenta años. Me dijeron (los que siempre se fijan en todo lo que hacen los demás), que era real, y yo me sentí halagado de saberlo tan cercano, tan próximo ... tan dentro de mi conciencia.

- Me encantó que alguien, sin nombrarme, relatara esa historia como si fuera un cuento. Una pareja feliz, imaginaria para unos, real para otros. Yo siempre aspiré a sentirlo (como así lo vi en mis Padres), y sigo en ello.

- Apenas he abierto los ojos, me he puesto a escribir este post, no sea que se me olvide tan bello relato que suena a cuento y que quizás lo sea, aunque a mi me parezca felizmente real.

04/12/25

Un vídeo que guardo en el fondo del baúl-e

 04 diciembre 2025

- Sin darme cuenta, me voy olvidando de pasar por aquí en mi cada vez más necesitada memoria y aunque estoy, no sé si puedo abrazar ese estado, quizás ya me pesan las pestañas del alma...

- O quizás sea que el saber imaginar se ha convertido en algo tremendamente imprescindible para un alma feliz, pero muy cansada. Soñar, creer ... escuchar, ver eso es... silencio, el alma viaja.

- Me paré en un vídeo que guardo en el fondo del baúl-e y que, según veo, voy sacándolo de su cruel letargo cada diez años.

- Para unos será un gran motivo de reflexión, a otros les parecerá una exageración y espero que para la mayoría sea un motivo más para enlazar la preocupante realidad que vivimos con el alma de quien tanto necesita sentirse querido, porque al final, toda alma cansada necesita un abrazo invisible.





02/12/25

Del mostrador al clic: el reto de envejecer conectado

 

Imagen de mi factoría-e

02 diciembre 2025

La llamada brecha digital se ha convertido en un muro invisible que separa a muchos de los que ya tenemos cierta edad de la vida cotidiana.

  • Bancos: ventanillas casi desaparecidas, citas previas imposibles de pedir si no se domina el cajero o la web.

  • Sanidad pública: teléfonos saturados, citas que solo se gestionan por apps o portales web, obligando a desplazarse físicamente al centro de salud.

  • Administración pública: trámites como renovar el DNI, pagar impuestos municipales, consultar la pensión o presentar una solicitud requieren certificados digitales o claves electrónicas.

  • Transporte y movilidad: billetes de tren, autobús o avión que ya casi solo se compran online o en máquinas automáticas.

  • Cultura y ocio: entradas de teatro, cine o museos que exigen compra anticipada por internet.

  • Comercio: cada vez más tiendas y servicios funcionan con pedidos online, desde la compra del supermercado hasta la devolución de un producto.

- Pero hoy estoy aquí, escribiendo, para dar un mensaje de ánimo a todos aquellos que se sientan discriminados: no se trata de lamentarse, sino de acompañar y animar.

  • Enseñar a usar el smartphone como llave de acceso al mundo digital.

  • Recomendar los cursos gratuitos que ofrecen ayuntamientos y asociaciones de mayores.

  • Crear accesos directos en sus teléfonos para simplificar tareas: salud, banco, redes sociales.

  • Recordarles que ellos nos enseñaron a caminar, leer y vivir con dignidad; ahora nos toca devolverles esa paciencia y apoyo.

- Y ahora quiero dejar aquí una conclusión positiva. La tecnología no debe ser un muro, sino un puente. Y aunque algunos tropiezos sean inevitables, la confianza se construye con acompañamiento y cariño.

Como dijo Albert Einstein:

“La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original.”

30/11/25

Domingos sin tiempo, horizontes sin nombre

 


30 noviembre 2025

Un abuelo de mi edad, buen amigo y mejor persona, sentado en uno de esos bancos que custodian la Playa me detuvo y tras un corto silencio me sorprendió con una pregunta sencilla: ¿Qué día es hoy? 

- Cuando le respondí, se quedó perplejo: ¿Domingo? 

- No añadió nada más. Se volvió hacia el mar y dejó que su mirada se perdiera en el horizonte, como quien busca respuestas en la inmensidad. Allí, sentado, parecía conversar en silencio con las olas, con el tiempo, con la vida misma … como si el mar guardara un secreto que solo él conocía.

28/11/25

Cuando la vida se ralentiza, aún queda mucho por vivir

 

Antigua imagen obtenida a través de Bing

28 noviembre 2025

- La jubilación suele comenzar como una segunda juventud: charlas en el quiosco, cafés en el Ateneo, paseos por la playa, fotografías al viento, periódicos leídos en bancos soleados. Es un tiempo de descubrimiento, de libertad y de compañía. Pero, con los años, el cuerpo empieza a recordar sus límites y la vida se torna más difícil.

- Tras décadas de trabajo, traslados y sacrificios, muchos veteranos jubilados sienten que su cuerpo ya no responde. La movilidad se reduce, las visitas al hospital se multiplican, y la sociedad parece repetirles constantemente: “no se mueva abuelo, no haga esto, no coma aquello”. Ese mensaje, más que proteger, hiere la moral y genera tristeza.

- Pero la vida no se detiene. Aunque los pasos sean cortos, aunque el cuerpo se resista, la dignidad y la alegría siguen siendo posibles. No se trata de negar las limitaciones, sino de reinventar la manera de vivir:

  • Cultivar la mente: leer, escribir, aprender algo nuevo, escuchar música que despierte recuerdos.

  • Buscar compañía: un café con amigos, una llamada a los nietos, una charla en el barrio.

  • Pequeños paseos: aunque sean cortos, cada paso es victoria.

  • Celebrar lo cotidiano: un amanecer desde la ventana, el sabor de un buen guiso, la risa compartida.

  • Ejercitar la esperanza: recordar que la vida no se mide en kilómetros recorridos, sino en momentos vividos.


- Me gustaría concluir con un mensaje dirigido a todos los que sienten que la edad les encierra y les digo: la vida sigue siendo un regalo. No dejemos que la melancolía nos robe la alegría. Sigamos siendo protagonistas, aunque el escenario sea más pequeño. Cada día, aunque parezca frágil, guarda todavía la fuerza de un milagro cotidiano.

- Podemos seguir siendo canto, ternura y faro en la penumbra de quienes nos rodean, como estrellas que iluminan la noche, aunque ya no crucen el cielo, recordándoles que incluso en la fragilidad hay luz que nunca se apaga.

26/11/25

Oda al amor eterno y la esperanza



26 noviembre 2025

- El amor verdadero no se mide en palabras vacías, sino en entrega, comprensión y empeño. Es ese amor que yo llamo eterno, el mismo que dos naipes logran al mantenerse en pie apoyándose uno en el otro: frágiles por separado, invencibles juntos.

- No puedo comprender la existencia del maltrato, de la violencia de género, de la cruel agresión dominante del macho hacia su pareja, sea matrimonio, unión espontánea o la llamada “pareja de toda la vida”. Frente a esa oscuridad, debemos levantar la voz y creer en el amor, en la entrega, en un futuro prometedor donde ese vínculo genere familia, descendencia y un mañana mejor.

- Es incomprensible que la humanidad abandone el concepto por el que fue creada: el amor. En su lugar, vemos crecer el desamor, el odio, las guerras y todo tipo de violencia. Reconozcamos ese error y cambiemos el rumbo. Hoy, la prosperidad parece avanzar en sentido inverso al compromiso, a la descendencia, a la raíz de nuestros orígenes. El egoísmo inexplicable y el abandono de lo esencial nos alejan de lo que realmente importa.

- Por eso, creamos en el mañana. Allí donde se nos deje decirlo, hagámoslo con fuerza. Aunque parezca un discurso en el desierto de los sentimientos y mucho más en el mundo del Poder, actuemos con ejemplaridad, discriminemos a todos aquellas estructuras de poder político y social que no defiendan esos conceptos y luego gritemos:

¡¡¡Viva el amor, y que el mundo se llene de él!!!

- Porque, aunque suene a pueril, repetiré que, habiendo amor, es más que posible que todo lo demás venga solo.

24/11/25

Festivos de silencio, himnos de resistencia

Imagen de Freepik

24 noviembre 2025

- Hoy quiero redactar un post que hable de los festivos, sí, esos días en que las familias suelen reunirse alrededor de una mesa, en un jardín público o en un parque de juegos infantiles para disfrutar de esa compañía que se hace tan deseable como necesaria entre seres humanos que se quieren.

- Conozco a muchos de mis amigos que el festivo es un día a temer y no necesariamente ahora, no, hablo de algunos años atrás donde todavía muchos de ellos solo eran lo que se suele llamar "gente de cierta edad" y que son o eran neonatos en el mundo de los jubilados. En este grupo de amigos puedo incluir, aunque no necesariamente, a parejas sin hijos, a separados/as, a divorciados/as y a los viudos/as.

- Ese grupo de amigos temen las "fiestas de guardar" y todo aquello que les recuerde que se han convertido en invisibles para todo su mundo y que viven envueltos en su soledad. Aún es peor aquellos que ya no tienen pareja en quien apoyarse.

- Pero frente a esa soledad que amenaza con devorarnos, también existe la fuerza de la supervivencia, la voluntad de levantarse y decir: “Aquí sigo, aquí estoy, y no me rindo”. Los días festivos pueden ser un campo de batalla, sí, pero también una oportunidad para reinventarse: salir a caminar, abrir un libro, escribir unas líneas, escuchar la música que nos devuelve la memoria de quienes fuimos y seguimos siendo. No se trata de negar la ausencia, sino de transformarla en presencia de uno mismo. Porque la soledad no es un vacío, es un espacio que podemos llenar con nuestra voz, con nuestra risa, con la certeza de que vivir, aunque sea en silencio, sigue siendo un acto de valentía.

- Y así, aunque los festivos parezcan un muro de silencio, también pueden ser un puente hacia la vida. Porque cada amanecer nos recuerda que seguimos aquí, que aún respiramos, que aún podemos bailar con nuestras propias sombras y convertirlas en compañía. La soledad no nos derrota: nos enseña a escucharnos, a reconocernos, a levantar la voz en medio del vacío. Que nadie olvide que sobrevivir es ya una forma de victoria, y que cada festivo, incluso en soledad, puede ser un himno íntimo de resistencia y de luz.




22/11/25

Hoy, justo hoy, pero de 2022, murió Pablo Milanés, con él se fue parte de nuestra propia vida. DEP

 

22 noviembre 2025

- Justo hoy hace tres años escribí un post con todo el sentimiento de mi alma en favor y en homenaje de un cantante y autor que revolucionó mi forma de entender la música: Pablo Milanés.

- Hoy, en su memoria, dejaré aquí el post que le dediqué a tan ilustre personaje en el día de su último amanecer, el día de su adiós, en la hora del silencio ante la cita inevitable. 


Murió Pablo Milanés, con él se va parte de nuestra propia vida. DEP

22 noviembre 2022

- El mundo de la música se viste hoy de negro.

- Es un día muy triste para todos aquellos que, siendo amantes de la música de autor, de cantautor, estamos llorando la muerte del gran Pablo Milanés, muerte que se produjo esta madrugada (en España), tras lo que suele llamarse una larga y cruel enfermedad.

- Él ha sido y seguirá siendo, con su música, un referente, pues una parte importante de nuestra vida lo es también de nuestra propia historia, su música.

- Yo solo pude verle una única vez en directo en toda mi vida y fue en la Universidad de Alicante, el día 11 de mayo de 2002, en el Aulario II.

- Hoy, quizás con más fervor que nunca. ¡¡¡Gracias, Pablo, gracias, querido Pablo!!!

- Recapacitaba recordando la letra de una de sus viejas canciones ... "el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos", pues de las tres siglas de mis cantautores escogidos, MAS, ya solo me queda la S, con ello manejo el sentimiento de que nada es más cierto, el tiempo pasa.

- Hace muchos años, le dije a un amigo que me gustaría que en el día de mi funeral me pusieran esta canción. Hoy va por él, por nuestro querido y admirado Pablo:


20/11/25

Cada instante cuenta: la vida es hoy


20 noviembre 2025

- Me mandaron un bello poema extraordinariamente bien recitado por una voz que se adentraba en el alma sin esfuerzo alguno:
A veces el tiempo nos sorprende por su velocidad. Sin darnos cuenta, ya son las seis de la tarde; sin darnos cuenta, ya es viernes; sin darnos cuenta, el año ha pasado. Y entonces comprendemos que la vida es una tarea que nos trajimos para hacer en casa, una responsabilidad íntima que no podemos dejar para después, porque el “después” se convierte en nunca.
- Nos acostumbramos a posponer lo esencial: ese abrazo sincero, esa palabra de cariño, ese gesto de gratitud. Creemos que habrá tiempo, que mañana será mejor ocasión. Pero la vida no espera. Se vive ahora, en cada instante, en cada mirada compartida, en cada sonrisa que regalamos.

- Por eso, conviene eliminar el “luego” y abrazar lo que importa hoy. El mejor momento para vivir es este, porque mañana ya será recuerdo. Hoy decido no aplazar la alegría, porque la vida se escribe en presente.
____________________________________________

No era un sueño, era un recuerdo que aún respira

Sucedió nuevamente ... Fotografía de Scott Carpenter (1925 – 2013) 27 diciembre 2025 - Cuando desperté, tuve la sensación de no haber regres...