26 noviembre 2025
- El amor verdadero no se mide en palabras vacías, sino en entrega, comprensión y empeño. Es ese amor que yo llamo eterno, el mismo que dos naipes logran al mantenerse en pie apoyándose uno en el otro: frágiles por separado, invencibles juntos.
- No puedo comprender la existencia del maltrato, de la violencia de género, de la cruel agresión dominante del macho hacia su pareja, sea matrimonio, unión espontánea o la llamada “pareja de toda la vida”. Frente a esa oscuridad, debemos levantar la voz y creer en el amor, en la entrega, en un futuro prometedor donde ese vínculo genere familia, descendencia y un mañana mejor.
- Es incomprensible que la humanidad abandone el concepto por el que fue creada: el amor. En su lugar, vemos crecer el desamor, el odio, las guerras y todo tipo de violencia. Reconozcamos ese error y cambiemos el rumbo. Hoy, la prosperidad parece avanzar en sentido inverso al compromiso, a la descendencia, a la raíz de nuestros orígenes. El egoísmo inexplicable y el abandono de lo esencial nos alejan de lo que realmente importa.
- Por eso, creamos en el mañana. Allí donde se nos deje decirlo, hagámoslo con fuerza. Aunque parezca un discurso en el desierto de los sentimientos y mucho más en el mundo del Poder, actuemos con ejemplaridad, discriminemos a todos aquellas estructuras de poder político y social que no defiendan esos conceptos y luego gritemos:
¡¡¡Viva el amor, y que el mundo se llene de él!!!
- Porque, aunque suene a pueril, repetiré que, habiendo amor, es más que posible que todo lo demás venga solo.
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