19 septiembre 2025
- No siempre somos capaces de ver en algo o en alguien todo aquello que tiene oculto en su interior o que, simplemente, no se deja ver. Hablemos de las personas, los peligros y los caminos de nuestro andar vital.
- Como el iceberg que flota majestuoso en aguas tranquilas, cada ser humano, cada situación, cada decisión, esconde bajo la superficie una inmensidad que no se revela a simple vista. Hay bondades que no se anuncian, heridas que no se muestran, intenciones que se camuflan. Y también hay riesgos disfrazados de calma, tormentas detrás de sonrisas, trampas en senderos que parecen seguros.
- Por eso, cada encuentro con lo desconocido exige una danza entre la prudencia y la osadía. Ser precavido para no caer en lo que nos puede dañar, pero también valiente para no perder lo que podría transformarnos. Porque vivir es eso: caminar entre lo visible y lo oculto, entre lo que se muestra y lo que se intuye.
- Y aunque no podamos ver todo, sí podemos enseñar a mirar mejor. A nuestros hijos, a nuestros nietos, dejémosles el legado de la observación profunda, de la empatía sin juicio, de la alerta serena. Que aprendan a leer más allá de las apariencias, a escuchar lo que no se dice, a sentir lo que no se toca.
- Porque el mundo está lleno de icebergs. Y aunque la parte sumergida pueda asustar, también puede maravillar. Que nunca dejemos de mirar con bondad, de avanzar con cautela, y de advertir con amor.
Qué buena reflexión nos dejas en esta publicación, amigo ETF. Y qué razón tienes que no siempre se muestra, o se ve. Hay tanto que se puede ocultar quizá para no dañar algunas veces, y otras, por temor.
ResponderEliminarMe gusta esta frase que has dicho : "aprender a leer más allá de las apariencias, a escuchar lo que no se dice, a sentir lo que no se toca". Me quedo con este precioso mensaje.
Que estés pasando un feliz día.
Un abrazo enorme.
Gracias, María. Qué bonito que hayas conectado con esa frase. A veces lo más valioso está justo en lo que no se dice. Me alegra que te haya llegado el mensaje.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola Enrique, siempre es un lujo leer tus reflexiones tan llenas de profundidad y sensibilidad. Me ha gustado especialmente cómo conviertes la imagen del iceberg en una metáfora de la vida y de las personas, para recordarnos que lo esencial casi siempre se esconde bajo la superficie. Ni lo bueno ni lo malo están tan a la vista como pensábamos y veo en esa base oculta de un iceberg como las raíces de un árbol que lo alimentan y en este caso también lo mantiene a flote. Saludos
ResponderEliminarGracias, Neuriwoman. Qué hermosa opinión sobre la imagen que nos aportas: esas raíces que sostienen y nutren desde lo invisible. Me alegra que el iceberg haya despertado esa reflexión en ti.
EliminarUn fuerte abrazo
La parte que sobresale dle agua es mucho más pequeña que la zona sumergida. Es una maravilla lo que se esconde en el interior del agua.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Un abrazo.
Sí, esa parte oculta siempre es de mucho interés, más que lo que se ve.
EliminarUn abrazo, VdF.
Solo vemos lo superficial pero podemos tratar de tener la mente abierta. Te mando un beso.
ResponderEliminarPerfectamente resumido, escritora.
EliminarUn abrazo de sábado, Judit.
Tu imagen gráfica a la perfección tu reflexión de hoy. Conocemos la apariencia, más no todo lo que queda debajo. Todo somos como icebergs.
ResponderEliminarAbrazo y lindo fin de semana!
Acepto esa definición tuya sobre que todos somos como icebergs, Cecilia.
EliminarUn abrazo.
La serena guía de quien sabe, y comparte!
ResponderEliminarQuerido Enrique. Comparto tus palabras. Permíteme unas mías.
En el devenir de cada ser humano, hay metas que no son de este mundo!
Fuerte abrazo, amigo!
Sabia respuesta, querido amigo Ernesto. Dices muy bien, algunas metas no son de este mundo.
EliminarUn abrazo de sábado.
Demasiadas prisas impiden, conocer al otro, escuchándole bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Prisas, sí, parece que malgastamos siempre el tiempo, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Una información exhaustiva y muy pormenorizada.
ResponderEliminarUn abrazo.
No comprendo muy bien lo de la información, pero gracias, Alfred
EliminarMe pasa de "oler" a las personas, la primera impresión es la justa, lo achaco a que soy perro en el horóscopo chino, jajaja, un abrazo Enrique!
ResponderEliminarJajajajaja, ha estado bien ese toque de humor, María Cristina, en el mundo actual donde se ríe muy poco, es de agradecer.
EliminarUn abrazo.
Hola amigo.
ResponderEliminarMucho te agradezco tus siempre palabras de aliento hacia mi y lo que , dia a dia y año a año , pongo en mi blog.
Sé que no es nada del otro mundo lo que hago , ni mucho menos , , pero lo que si te puedo decir , que desde casi el 2007 , estoy dia a dia publicando en fotolog y ahora desde hace ya unos cuantos años , tamqbien en este blog .
Y te puedo asegura, que lo hago con todo mi cariño intentando " distraer" un poco a quien lo lea . y si hay alguna noticia o curiosidad que le puede servir , me alegraré aun mas .
Un gran saludo y buen domingo.
Eso es ser constante y por tanto gente válida para todo, Joaquín. No cambies nunca.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hemos de aprender a explorar, a ir más allá de lo aparente oculto, de las máscaras, de las imperfecciones e inconsistencias, pero también de sus bondades e sabidurías inteligencias. Qué buen escrito el tuyo, Enrique, cómo aflora tu alma buena de humano e interesante observador. Qué importancia dejar esos de valores conquistados a nuestros hijos y nietos.
ResponderEliminarUn placer leerte siempre.
Te dejo otro abrazo tras el de ayer.
Eres muy amable, amigo Teo. Siempre lo eres.
EliminarUn fuerte abrazo
Así es amigo. Vivamos entre lo visible y lo oculto, lo que vemos y lo que intuimos. Y no dejemos de enseñar a mirar mejor, así dejaremos a los nuestros un mundo más amable.
ResponderEliminarBuena semana.
Un abrazo.
Bonita propuesta, Laura. Me ha gustado.
EliminarUn fuerte abrazo
Estoy de acuerdo con lo que nos dices que hay muchos iceberg que nos podemos encontrar en la vida y no solo esos grandes bloques de hielo flotando en el mar.
ResponderEliminarY como los iceberg marinos descubriéndolos a tiempo se pueden ver sus buenas cualidades no solo las visibles, también aquellas mas ocultas y debemos explorar.
Saludos.
Bien visto, Tomás, tu filosofía está calando en mi espíritu como escribiente.
EliminarUn fuerte abrazo
A analogia com o icebergue está brilhante. Fico contente por saber que, apesar de tudo, escreves textos maravilhosos.
ResponderEliminarTudo pelo melhor, Amigo.
Um beijo.
====
Gracias, querida Majo, te lo repetiré hoy otra vez: Eres un encanto.
Eliminar