20 noviembre 2025
- Me mandaron un bello poema extraordinariamente bien recitado por una voz que se adentraba en el alma sin esfuerzo alguno:
A veces el tiempo nos sorprende por su velocidad. Sin darnos cuenta, ya son las seis de la tarde; sin darnos cuenta, ya es viernes; sin darnos cuenta, el año ha pasado. Y entonces comprendemos que la vida es una tarea que nos trajimos para hacer en casa, una responsabilidad íntima que no podemos dejar para después, porque el “después” se convierte en nunca.
- Nos acostumbramos a posponer lo esencial: ese abrazo sincero, esa palabra de cariño, ese gesto de gratitud. Creemos que habrá tiempo, que mañana será mejor ocasión. Pero la vida no espera. Se vive ahora, en cada instante, en cada mirada compartida, en cada sonrisa que regalamos.
- Por eso, conviene eliminar el “luego” y abrazar lo que importa hoy. El mejor momento para vivir es este, porque mañana ya será recuerdo. Hoy decido no aplazar la alegría, porque la vida se escribe en presente.
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Tan claro y determinado como siempre, querido amigo. En pensamiento, actitud y compartir.
ResponderEliminarLa luz, a la que hacías referencia en tu anterior texto, está siempre presente en ti.
Fuerte abrazo, Enrique.
Gracias, Ernesto, eres un gran animador de almas.
EliminarUn fuerte abrazo.
Solo existe el presente... El pasado existe, pero solo en nuestra mente, y muy cambiado... Del futuro, poco podemos decir...
ResponderEliminarAsí que, por supuesto, aprovechemos cada instante presente.
Un abrazo, amigo
Eso es, Ildefonso ¡¡¡VIVAMOS!!!
EliminarUn fuerte abrazo, maestro rey de la fotografía
Muy cierto Enrique, y totalmente de acuerdo. No disfrutamos el presente por pensar en el futuro, y llega una edad que el luego, o el después lo tenemos que olvidar, pero es difícil soltar las cosas que están arraigadas.
ResponderEliminarUn abrazo, me ha encantado.
Es cierto, Elda, añadamos el arraigado y siempre feliz pasado y el hoy, el ahora y ese "cada momento" en nuestra vida actual.
EliminarUn fuerte abrazo.