14 noviembre 2025
- Si no alcanzas la punta de los dedos de tus pies para ponerte los calcetines; si notas que el pie izquierdo te cuelga en actitud de falsa reverencia al decoro físico y hace que tropieces hasta caer; si rascarte la espalda ya era un imposible pero ves que ahora donde no llegas es a ponerte jabón más abajo de donde la espalda pierde su nombre; si notas que los tensores musculares han dejado de contener tus abdominales y ya pareces una peonza; si toser y conseguir expulsar la mucosidad, desde la neumonitis, es ya toda una hazaña; si ves que el simpático psoas ha decidido estar mostrando calambres de modo casi permanente; si ves que lo de convertirte en un Nuyerev o en ser convocado por Luis de la Fuente empieza a ser, ya, una quimera; entonces querido YO, solo te queda eso ... la lucha, y no hablo de la lucha contra lo imposible, hablo de luchar contra las razones que pudieran impedirte ser feliz. Una discapacidad no puede ser totalmente invalidante si consigues superar su traición y consigues hacerte con la razón de querer hacerlo con todos los medios de que dispongas y, desde luego, ser capaz de ello.
N: Dedicado a todos los que cada día, por una u otra razón, tienen que asumir la lucha contra cualquiera de esas mal denominadas, que si olvidadas, enfermedades raras.
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