05 octubre 2025
- Anoche (en esa nostalgia que tanto abunda en el escenario de mis vuelos imaginarios), con los ojos como cristal de ventana en día de lluvia, me gustó contestar a un kilométrico correo-e de uno de esos admirados y jóvenes, amigos del ayer. Me llevó su tiempo ... mucho tiempo. Lo pasé bien, primero leyendo y contestando después. Me gusta recibir ese tipo de cartas que contienen frases al estilo más convencional (antiguo), es decir:
"Espero que al recibo de la presente te encuentres bien, en compañía de los tuyos""Sin más novedades por aquí, paso a contarte...""Te escribo estas líneas con el deseo de que esta misiva te halle con salud y buen ánimo.""Recibe un fuerte abrazo de quien no te olvida.""Con el cariño de siempre, me despido hasta la próxima.".
- Cartas no rutinarias, cartas sin chistes, sin imágenes de señoras mostrando sus encantos o de un señor atropellando a trescientos chinos con recochineo muy al estilo digital de hoy en el que el tráfico de misivas-e es peor que un dron cargado de ciencia infusa entregada al radicalismo. Cartas comunicando sentir, solo eso. Cartas como las que enviaba mi Madre, las cuales redactaba y me hacía escribir dirigidas a su primo o a su amiga de Perafita del Lluçanès, pues mi letra (entonces), era impecable como la de los buenos escribanos del ayer.
- Me sentí a gusto. Luego, justo al apagar la pantalla y verme reflejado en ella, me di cuenta: me acordé de Ella (mi Madre), como hago siempre y sin poderlo evitar, pues cada vez soy más como Ella en mis risas, mis arrugas, mi cara, mis manos... y ojalá sea así, también, en el alma, esa alma que nos unió a todos los que la rodeamos mientras pudimos tenerla con nosotros, aunque inevitable y felizmente lo sigue haciendo en el recuerdo.
Sueño muy a menudo con ella, en situaciones cotidianas, en su mejor aspecto, antes de la cercanía en su final, es un consuelo, comparto con vos, Enrique, un abrazo!
ResponderEliminarEs una gran alegría para mi tener esos recuerdos, María Cristina. Me alegra saber que no estoy solo en ese gesto.
EliminarUn fuerte abrazo.
El recuerdo de una madre siempre perdura en nuestro corazón .
ResponderEliminarEs imposible olvidar sus caricias , sus besos , su siempre atención hacia uno , su sonrisa y sus palabras siempre cariñosas .
Yo los recuerdo mucho a ,los dos .-
Un beso para ellos y para todas las madres y padres.
Así es, Joaquín. Gracias.
EliminarFrases de aquellas cartas que son como versos que ya no se estilan... Cartas comunicando sencillamente pero con gran profundidad y honesta intención de sentimiento... cartas escritas con aquella letra que perdemos cada día un poco más al no existir ya casi esa vía de comunicación... hoy todo es más entrecortado o framentado, prescindimos de los acentos incluso, como cuando redactamos cualquier guasáp... cartas que tuviste la buena fortuna de ver cuando Ella las escribía, amigo, y que hoy podés evocar...
ResponderEliminarAsí es, querido amigo Carlos. Nunca se olvida el amor de y hacia una Madre. La mía era la mejor del mundo y su vicio era querernos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que bonita carta y que bonitos recuerdos. Yo recuerdo a mi madre todos los días. Era mi todo, y lo pasé muy mal cuando en vez de hija, tuve que hacer de madre para ella.
ResponderEliminarMuy tiernos tus recuerdos Enrique.
Un cálido abrazo y que tengas buena semana.
Gracias, Elda, comparto contigo esas sensaciones.
EliminarUn abrazo.
Uno siempre recuerda a nuestra madre, es una forma de sentirnos vivos.. Y si las cartas de ahora y a veces en si las comunicaciones son muy rápidas y y a veces sin alma. Te mando un beso.
ResponderEliminarNunca mejor explicado, escritora.
EliminarUn fuerte abrazo, Judit.
Que bonita entrada Enrique, me gustan las cartas y recuerdo con gusto las largas cartas escritas a mano que le enviaba a mi hermana por correo cuando se fue a vivir a Suiza. Eran otros tiempos y en ellas no faltaban algunas de esas consabidas frases de cortesía.
ResponderEliminarEl recuerdo de mi mamá me acompaña siempre, y justo anteanoche soñé con ella y desperté emocionada.
Un fuerte abrazo!
No sabes cómo te entiendo, amiga Cecilia la Soñadora.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que bonita entrada Enrique, me gustan las cartas y recuerdo con gusto las largas cartas escritas a mano que le enviaba a mi hermana por correo cuando se fue a vivir a Suiza. Eran otros tiempos y en ellas no faltaban algunas de esas consabidas frases de cortesía.
ResponderEliminarEl recuerdo de mi mamá me acompaña siempre, y justo anteanoche soñé con ella y desperté emocionada.
Un fuerte abrazo!
No sabes cómo te entiendo, amiga Cecilia la Soñadora.
EliminarUn fuerte abrazo.
Al igual que tu aun recuerdo a mi madre eso que físicamente pronto hará 17 años que la perdí. Digo físicamente porque mas de 20 que el alzhéimer hizo mella en su vida aunque en momentos de lucidez se hizo querer por las trabajadoras de la residencia hasta el punto que aun la recuerdan con cariño.
ResponderEliminarSaludos.
Te comprendo y comparto esas sensaciones contigo, amigo Tomás.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un emotivo recuerdo que de alguna manera compartimos todos contigo. Yo también echo mucho de menos a la mía y me gusta recordarla hasta en los más pequeños detalles. Abrazos
ResponderEliminarUn abrazo, Neuriwoman.
EliminarGracias.
Hola Enrique, preciosa entrada. Comparto tus opiniones aquí vertidas.
ResponderEliminar¡Tengo tanto para decir sobre la correspondencia epistolar! Tanto, que no podría hacerlo en este espacio.
He publicado, al menos tres entradas, en mi blog al respecto, hace unos 10 años. Pasó el tiempo pero no he cambiado de opinión.
Te dejo el enlace de una de ellas, por si tienes ganas y te interesa visitarla.
https://quemeimportatupasado.blogspot.com/2015/02/adios.html
¡Y es tan cierto eso de que con el paso del tiempo, nos parecemos cada vez mas a nuestra mamá!
Fuerte abrazo
Lo hice y me encantó tu post, querida Lu. Dejé allí mi homenaje.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Buen día Enrique. Sí, te leí ayer y recién acabo de contestarte. ¡gracias! Abrazo
EliminarQue bonita forma ETF, de situarnos en ese indeleble recuerdo..."me acordé de Ella (mi Madre), como hago siempre y sin poderlo evitar, pues cada vez soy más como Ella en mis risas, mis arrugas, mi cara, mis manos..."
ResponderEliminarVolver a la realidad de un pasado feliz, sirve de guía a esos pasos que damos tantas veces desdibujados, cuando lo deseado se esfuma y la realidad conduce a lo innecesario. Feliz encuentro.
Un abrazo
Gracias, Dionisio, muy amable.
EliminarUn abrazo.
Se me había pasado esta entrada, Enrique, no tengo perdón de dios, porque va dedicada a los recuerdos de tu madre.Y a esas cartas que ya no se ven. Me has hecho retroceder en el tiempo, cuando escríbía cartas a mis amigas, y deseosa esperaba recibir al cartero. Cuánto ha cambiado desde entonces todo. Ahora que no podemos tener en nuestras manos ese papel manuscrito porque todo se hace a ordenador. Con lo que me gusta leer letras manuscritas. Casualmente hace unos meses hice una entrada escribiendo a mano en mi blog.
ResponderEliminarEn cuanto recordar a tu madre. Hace unos días fue el cumpleaños de mi madre y estuve en el cementerio a llevarla unas flores. No me gusta ir allí. Pero lo hice por ella, porque sé que a ella la gustaría. Pero todos los días me acuerdo de ella. Porque la llevo conmigo. Mi madre es mi ángel que me cuida y me acompaña cada día, como siempre lo ha hecho. Ella fue mi amiga, ademas de madre. Siempre estábamos juntas. Y aunque dicen que me parezco toda a ella yo creo que nadie se parece a ella. Porque era única e irrepetible en todo. La mejor madre, la mejor amiga, la mejor esposa, la mejor cocinera, la mejor en todo. Iradiaba simpatía por donde iba. Recordarla es encender una luz. Eso me transmite mi madre. Como te pasará a ti. Porque el amor de una madre es ÚNICO.
No quiero extenderme más y cansarte querido amigo, pero ha sido algo maravilloso estar aquí leyéndote y exteriorizar mis emociones. No hay palabras de agradecimiento para ello.
Que tengas una feliz tarde.
Un abrazo enorme.
Nunca cansa leerte, María, eres un ángel. Ya sabes, como cantaba Serrat: Mis recuerdos van conmigo, cuando quiero y sin querer, que no piensen que me olvido..."
EliminarUn abrazo muy fuerte
Amigo Enrique, tus textos siempre son dulces, afectuosos e inspiradores.
ResponderEliminarNuestras manos ahora se parecen a las manos de nuestras madres
que recordamos.
Dias de Outono amenos e felices.
~~~~~~~
Gracias, majo, eres admirable y muy amable.
EliminarUn fuerte abrazo.