La luna que nos espera
21 septiembre 2025
- A veces, quizás demasiadas, me gustaría, como no, estar a un paso de darle alcance a la luna, subirme a ella y dejar que su atracción me llevara al espacio infinito donde la ingravidez se hace sentir a la vez que las rejas que atrapan mi cuerpo se pudieran fundir en el infierno como si del hielo de ártico se tratara.
- ¿De qué hablo? ¿Fuga, cambio de universo, no al mundo cercano, terror ante lo que viene?, no, todo eso no sé si será posible entenderlo, pero es algo más.
- Sin embargo, entre ese algo más que surge en medio de esa fuga imaginada, de ese salto hacia lo desconocido, hay una certeza que me sostiene: siempre hay una luna que nos revitaliza. Una luna que nos acoge, que nos recuerda que vivir sigue siendo un acto de amor, de aprendizaje, de entrega.
- Aprender a ser viejo no es resignarse, sino comprender que la vida no se agota, se transforma. Como escribió Albert Camus: “En medio del invierno, aprendí por fin que había en mí un verano invencible.”
- No desesperemos por unas circunstancias de salud propias de esa cierta edad que todos vamos teniendo y cuyas consecuencias serán las inevitables, pero, sí, por favor, hay cosas para las que no conviene tener prisa y eso de coger el túnel final de la vida ... tarde, muy tarde, por favor. Vivamos creyendo que lo que nos espera es más grande que lo que dejamos atrás.
Qué hermoso y humano tu mensaje, querido amigo Enrique. Y qué buena esa conexión simbólica y espiritual con la luna, reflejo de tantas bondades y duchas, qué fascinación produce, qué influencia de cultura, arte y vida produce en nosotros. Baja su embrujo poético y hermoso sigamos jugando el juego de la vida.
ResponderEliminarQue estés bien, que podamos comunicarnos a menudo cuando se pueda y surja, con afecto, un inmenso abrazo ya desde esta Barcelona nuestra. Cuídate.
Gracias, Teo, esa Barcelona nuestra vive en mi memoria eternamente.
EliminarGracias por tu bondadoso comentario.
Un fuerte abrazo, hoy me hace más falta que otros días.
Hola Enrique, haces una magnífica reflexión existencial sobre la vejez, la salud y la continuidad del sentido vital. Quizás eso que llaman el Ikigai, el propósito de la vida, sea en algunos casos algo tan sencillo e íntimo como es el deseo de vivir. Ese verano cálido y radiante que nos trae calma y plenitud. Un abrazo
ResponderEliminarSeguramente será así, querida Neuriwoman. Tus comentarios son de mucha altura y sí, el deseo de vivir, en mi caso, se impone al progresivo y cruel avance de la FSHD que hoy mismo me tiene sentado sin que pueda moverme (agotado).
EliminarUn abrazo muy fuerte y gracias por estos reflexivos comentarios.
Tan solo sen sueños podemos vivir una aventura , recorriendo la luna. Por lo pronto nos podemos conformar verla en el cielo distante y deslumbrarse con su hermosa luz.
ResponderEliminarQue tengas un feliz comienzo de semana. Un abrazo.
Gracias, Miradas, la luna es mi cómplice en mis mensajes de amor. Te cuento que cuando me destinaron a hacer de Hombre-Proyecto para la construcción de un gran Hotel en Teguise Playa (Lanzarote), años 85-86 y 87. Por las noches, me acercaba al mar (frente al edificio del hotel en obras), y le hablaba a la luna para que se contara a Ella y funcionó. No había más que una cabina de teléfono en todo el entorno y mucha cola, pues no estaba solo en eso de dejar a la familia en casa buscando el éxito profesional, que también funcionó. Luego hubo muchas otras incidencias que concluyeron con la contratación de un teléfono de campaña (un ladrillo), que conectábamos con una antena que a su vez se conectaba con una vivienda con teléfono en el mismo centro de ARRECIFE DE LANZAROTE que solo usábamos para eso, para tener teléfono, es decir, la usábamos para tener teléfono. Aventuras mil, querida Miradas.
EliminarEn fin, feliz lunes y disculpa, a veces me emborracho de recuerdos y ...
Yo creo que apreciar el día a día y valorar los regalos que tenemos Te mando un beso.
ResponderEliminarSí, querida Judit, y el mejor regalo una vida feliz.
EliminarUn fuerte abrazo, escritora
Ese vivir, sabiendo, aceptando y superando, que todo, pese ser hermoso, puede tener un final sorprendente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre, Alfred, así es.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué razón llevas, amigo Enrique.
ResponderEliminarRazón y profundidad. Y por añadidura, fuerza y realismo. Y además, guía para quienes tienen la oportunidad de compartir tus reflexiones, certezas, ¡realidades!
Fuerte abrazo, querido Enrique.
Eres un encanto, amigo Ernesto, gracias, gracias y gracias. Me anima mucho leerte aquí y allí, en tu blog.
EliminarUn fuerte abrazo
Esa hermosa gran luna, tan inspiradora! Vayamos adelante siempre! Un abrazo Enrique!
ResponderEliminarEn Alicante se dice mucho una frase que suena así: "Palante" como los de Alicante. Pues eso, María Cristina
EliminarHay que seguir adelante, buscar siempre nuevas ilusiones, nuevos trabajos, dentro de lo que cada uno puede hacer, no quedarse en el lamento, eso es lo importante. Bella y bendecida semana Enrique.
ResponderEliminarLo que importa se queda. Lo demás, que fluya.
EliminarUn fuerte abrazo, María Rosa
Sin duda hay certezas que nos sostienen.
ResponderEliminarLas tuyas se aprecian con “claridad meridiana”. Mil gracias Enrique por compartirlas con tanta generosidad.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Ángela, para mi es un placer poder conocer vuestras impresiones.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Enrique. Otra sabia reflexión nos dejas en esta ocasión.
ResponderEliminarSuscribo tus palabras y te cuento que la luna ejerce fuerte fascinación en mi también.
Y, lo digo una vez más, "hay que seguir andando nomás"
Nada de luchar contra los años que van pasando, sólo aceptar los cambios, adaptarse a ellos y disfrutar de cada nueva etapa de la vida. ¡Todas tienen su encanto!
En pleno comienzo de la primavera -según el calendario- por acá hoy...¡Nieva y mucho!
Va mi abrazo "congelado" pero cálido.
¡Buena semana!
Jajajajaja, vaya contraste, dulce Lu, por aquí en el sur del Mediterráneo, todavía hace mucho calor, algo menos que la semana pasada, pero calor. Me alegra saber que coincidimos con el enamoramiento hacia la luna y con eso de nada de luchar contra los años.
EliminarUn fuerte abrazo.
Una grandísima reflexión nos dejas .
ResponderEliminarinteresante y aconsejable leerla mas de una vez.
Gracias tambien .
Gracias, Joaquín, eres muy amable,
EliminarUn abrazo.
Sintiendo así, Enrique, pensando con la habitual dignidad y lucidez que te caracterizan estás-seguís demostrando y mostrándome el comportamiento, la actitud y mirada que siempre quiero tener y me esfuerzo por aprender...
ResponderEliminarAbrazo admirado, amigo ejemplar!!
Yo sólo soy un humilde aprendiz, querido poeta, es la vida la que nos moldea, la vida y el amor de la gente que nos rodea.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo Carlos.
Cuántos años tendríamos si no supiéramos la fecha de nuestro nacimiento?
ResponderEliminarHermoso texto
Paz
Isaac
Buena pregunta, Paz/Isaac
EliminarLa luna nos enamora, nos acompaña, se vuelve nuestra cómplice. Las ganas de vivir y despertar con ilusión pese a, es el mejor impulso, el mejor motor, para paliar las dificultades y sinsabores. Te dejo un fuerte abrazo, amigo Enrique
ResponderEliminarAy, Cecilia, que bonito comentario.
EliminarTe devuelvo un fuerte abrazo para ti.
Ay, Cecilia, que bonito comentario.
ResponderEliminarTe devuelvo un fuerte abrazo para ti.
Gosto de te ler, amigo Enrique, também gosto desta citação de Camus...
ResponderEliminarAplaudo a imaginação com que recrias essas saudáveis evasões no espaço!
Agradeço de coração, o carinho com que comentas as minhas publicações. Que Deus te pague e abençoe.
Grande abraço.
===
Majo, querida, pareces una persona buena y excepcional, pasar a leer tus posts es un placer
EliminarUn fuerte abrazo.
Creo que debemos aceptar las cosas tal cual nos vienen. Y como nos dices cuantas veces quisiéramos estar en la luna u otro planeta que lo rigieran personas y no personajes como tenemos en la actualidad.
ResponderEliminarSaludos.
Así es, querido, Tomás. Esta mañana le decía a un buen amigo que si Trump y a otros de menor porte, se les da el Premio Nobel de la Paz, yo pido que paren el mundo que ne bajo.
EliminarUn fuerte abrazo.