El norte de los deseos: vivir con propósito a cualquier edad
29 septiembre 2025
- Muchas son las veces en las que uno u otro y en cualquier medio, dice que aquél o aquella persona ya es vieja o ya tiene cierta edad para prohibirle que haga esto o aquello.
- ¿Existen formas y/o medios de evaluar cuando una persona es vieja o inútil para ocuparse de determinados cometidos? ¿Cómo se sabe si lo es? ¿Quién tiene la facultad de decidirlo?
- Bien, llegado a este punto, resulta algo difícil ponerse a dar clases magistrales sobre el qué, el cómo o el quién tiene la potestad de adjudicar el calificativo de viejo e inútil para la Sociedad a persona viva alguna.
- No obstante, y como conclusión, apuntaré que no hay edad que por sí sola determine la valía ni la utilidad de una persona. Los años vividos no son sinónimo de desgaste, sino de experiencia acumulada, de batallas libradas y de horizontes contemplados. Ser “viejo” no es cuestión de cifras, sino de perder el pulso de los propios deseos, de abandonar la brújula de las ilusiones. Y eso, más que un destino, es una elección o una renuncia, que puede darse a cualquier edad.
- Cada ser humano posee un don que lo puede hacer perpetuo o agotado, según su capacidad de reinventarse, su salud interna y externa, y sobre todo, su voluntad de seguir deseando. Nadie tiene la autoridad moral ni el derecho institucional de declarar inútil a quien aún se siente capaz. Hay un mundo para cada edad, y en ese mundo caben la ilusión, el entusiasmo y la disciplina mental como herramientas para seguir viviendo con dignidad, con alegría y con propósito. La “cierta edad” que algunos temen, yo la celebro como una etapa fértil, donde el alma (si se lo permite), puede seguir floreciendo.
Así es, Enrique; nadie tiene la potestad para ello. Precisamente el 1 de octubre se celebra el Día de la Longevidad. Vivir en un mundo donde cada vez se cumplan más años y de la mejor manera posible es ya una meta más accesible que hace unas décadas. Un abrazo
ResponderEliminarAsí lo creo yo también, Neuriwoman. A veces me repito aquello tan conocido de: ¡Cómo me alegro de haber nacido!
EliminarUn abrazo de martes.
No hay límite de edad para practicar las aficiones que es de tu agrado. Se puede ir a escuchar música de la actualidad y disfrutar igual que una persona joven, o dedicarse a fomentar las aficiones que no hemos podido practicar antes de joven, por no disponer de tiempo por el trabajo.
ResponderEliminarLa cosa es entretenerse y no estar todo el día de brazos cruzados.
Un abrazo.
Dices muy bien. Un buen amigo que se lo llevó la COVID en el 2020, me decía siempre que su vida dejaría de tener sentido el día que no tuviera su agenda llena de actividades.
EliminarUn abrazo, Antonia.
Mientras uno sueñe , toda etapa nos dará ilusión. Te mando un beso.
ResponderEliminarAsí es, escritora.
EliminarUn fuerte abrazo, Judit.
Todo muy bien, Enrique, pero la cara de ese perrito no muestra lo que decís jajaja, un abrazo!
ResponderEliminarJajajajajajaja, eres la primera que se da cuenta, María Cristina.
EliminarUn fuerte abrazo.
Corrijo.
EliminarPuede que haya sido la primera en abrir la boca... Pero darnos cuenta, creo que lo habremos hecho la mayoría... jajajjajajjajaja.
Yo mismo ayer, sólo que no tuve oportunidad de comentar.
Abrazos a los dos!
Gracias, Ernesto, sé que eres un gran observador.
EliminarUn fuerte abrazo.
Buen día Enrique!
ResponderEliminarTan ciertas tus reflexiones.
Y créeme que lo sé desde hace mucho tiempo.
He estado rodeada de mujeres longevas -pareciera que tenemos más resistencia, o somos más resilientes, que los hombres- y muy activas.
Unas gemelas que fallecieron una con 99 y la otra a dos meses de cumplir 100. Mi mamá postiza que falleció a los 91, una tía a los 96 y mi mamá a los 99. Con excepción de mi madre, las otras 4 - menos manejar- hacían muchas actividades, estaban siempre activas , actualizadas, rodeadas de gente más joven. ¡Una maravilla!
Y menos mal que no manejaban porque de lo contrario, tal vez, sus acompañantes irían con la misma cara de susto que el pobre perrito de la imagen. :):)
Va mi abrazo
Gracias por tu loa a la longevidad, querida y dulce amiga Lu. Quizás y de ello yo estoy convencido, la felicidad ayuda a que la vida perdure cuasi eternamente.
EliminarUn fuerte abrazo, futura longeva amiga.
Hola Enrique .
ResponderEliminarTu me dás flores cada dia por lo que yo hago pero lo que yo hago nada tiene que ver con tus entradas , tus reflexiones tan bien escritas y que se meten dentro .
O sea que , te felicito pues eres un auténtico escritor con mucha sensibilidad .
Yo creo que cada uno en la edad que tiene , puede hacer si está bien y quiere, hacer lo que le gusta , ya sea bailar , cantar etc.
Pero...tambien es cierto que hay cosas que igual a ciertas edades no "pegan" hacerla s, como seria a los 80 años ir a una discoteca , por ejemlo.
No es que no pueda , faltaria más...pero cada edad tambien tiene sus limitaciones .
Un saludo amigo.
Te sorprenderías, Joaquín, si vieras por estos territorios alicantinos a la gente de 70 y 80 años bailando comedidamente, eso sí, en las muchas viejotecas que hay por aquí. Bailar ayuda a vivir. Por aquí se estila mucho el baile de salón.
EliminarEn fin, todo es empezar, querido Joaquín.
De pibe me sentía un viejo depresivo. Hoy a los 68 me siento cada vez más joven. Mi canción preferida de Bob Dylan contiene en su estribillo mi lema de vida: "Pero yo era muy viejo entonces. Soy mucho más joven ahora..."
ResponderEliminarAbrazo admirado, Enrique amigo. Sigamos haciendo al Tiempo nuestro aliado!!
Sigamos en ello, querido amigo Carlos, yo también soy o me siento, mucho más joven ahora.
EliminarUn fuerte y longevo abrazo.
Tienes razón, mientras tengamos la vida, el mundo estará por escribirse
ResponderEliminarPaz
Isaac
Una frase perfecta, poeta.
EliminarUn abrazo, Isaac.
Las capacidades de cada quien para desempeñarse en determinada actividad son particulares. No se puede encasillar a las personas por su edad. Hay muchos factores que influyen. La foto que pones me recordó a una tía que siguió manejando toda su vida, aunque sus últimos años de vida no veía bien y uno viajaba en su auto con el alma en vilo! Jajaja. El comentario de Maria Cristina me lo recordó.
ResponderEliminarAbrazos y buena semana!
Jajajajaja, me alegra haber conseguido unos segundos de diversión a todos, Cecilia.
EliminarUn fuerte abrazo
Certero análisis, querido Enrique, en todos sus puntos y conclusiones.
ResponderEliminarClaro que hay un mundo para cada edad, tú y yo tenemos la misma. Y la realidad que ella conlleva, en ambos, el bagaje acumulado, y la determinación ante la vida, hace que celebremos como una etapa fértil, donde el alma (si se lo permite), puede seguir floreciendo.
Fuerte abrazo, florecido amigo.
Un muy acertado comentario que comparto, querido Ernesto. Florecerá de modo inesperado hasta que la luz se apague.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que cierto que en ocasiones vemos en la edad un impedimento para realizar ciertas cosas. Pero hay tenemos a Carlos Soria que sobrepasando los 80, 86 para ser exactos, acaba de ascender creo al Manaslu de 8163 msnm. Y luego tenemos alguno que con la suma de los dos dígitos de su edad no sube a una colina.
ResponderEliminarLo primero que me fije en la foto fue la cara del perro, creo que va rezando.
Saludos.
Jajajajajaja, así parece, querido Tomás. La edad, hoy en día, está en una fase de reconversión impresionante. La gente de ahora con 80 años son los que tenían 60 años en tiempos de nuestros padres.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Por alguna razón Blogger extravió mi comentario, amigo... Abrazo Igual!!
ResponderEliminarNo, sí entró. Está algo más arriba.
EliminarHoy me quedo en esta entrada, querido amigo Enrique, porque casualmente, es el "DIA DE LOS MAYORES".
ResponderEliminarY estoy de acuerdo contigo, mientras haya ilusión y ganas de vivir, mientras uno no se abandone o renuncie, sigue siendo joven. Porque la edad solo es una cifra. Lo que importa es el espíritu de cada uno. Hay personas muy jóvenes que parecen mayores, porque no tienen ilusión, están apagados, sin vida. En cambio conozco personas de 90 años que tienen mucha energía, ganas de vivir, y disfrutan mucho más porque saben que les queda menos años para vivir.
Me ha encantado esta publicación, bien vale esta entrada para un homenaje al día de hoy.
Que tengas un feliz mes de Octubre.
Un abrazo enorme.
Que tengas un feliz mes de Octubre.
Gracias, María, estoy totalmente de acuerdo contigo. Una muy buena amiga de nuestro grupo de bailarines por un mundo mejor dice siempre: No son los años, Enrique, son los daños. Yo también lo creo.
EliminarUn fuerte abrazo, amable amiga María.