Imagen de Freepik
20 agosto 2025
- Mi mensaje de hoy será breve. Basta, casi, con leer el título de este post para intuirlo.
- Siempre me han gustado los niños. Conecto fácilmente con ellos, tengan la edad que tengan. Es algo que, seguramente, heredé de mi querido abuelo Enrique.
- Hoy quiero lanzar un reto al mundo joven: tener un hijo es, sí, lo sé, un gran sacrificio. Supone pérdida de libertad, de costumbres, y limita el desarrollo profesional de los padres. Pero la recompensa es tan inmensa, verlo crecer, dejarse querer por él y quererlo como a nada en el mundo, que nada en mi feliz vida ha sido comparable con la dicha que nos trajo.
- Convencer al mundo actual de que se “atrevan a ser padres” no es fácil. La realidad social, cultural y económica ha cambiado radicalmente en los últimos cuarenta años. Pero el mundo debe darse cuenta de que omitir la descendencia, como ya ocurre en el llamado mundo occidental y desarrollado, es un grave error. Y no es solo responsabilidad de quienes podrían ser padres, sino también del mundo político, estancado en su incompetencia para crear el marco adecuado que lo facilite.
- Cuando alguien me pregunta por la enorme felicidad que siento al ser abuelo, siempre contesto: eso solo es posible si antes se es padre.
“No nos perdemos en la paternidad. Encontramos partes de nosotros mismos que nunca supimos que existían.”L.R. Knost
No hay comentarios:
Publicar un comentario