Fotografía de Lucien Perkins
21 junio 2025
- "No sé si siempre somos capaces de apreciar lo que tenemos por encima de lo que deseamos."
- Esta frase nos sacude cuando la enfrentamos a la imagen de unos brazos extendidos que pasan a un niño de apenas tres años entre los huecos de una valla de alambres. No hay nada abstracto allí: sólo realidad desnuda, urgente.
- Mientras quienes vivimos del lado seguro de cualquier frontera anhelamos lo que no tenemos (más comodidades, más logros, más reconocimiento), hay quienes solo desean sobrevivir, mantener a salvo a los suyos, llegar al día siguiente. Este niño no sueña con juguetes caros ni parques de diversiones: su universo inmediato se reduce a manos que lo sostengan con firmeza y esperanza.
- Tal vez la imagen no necesita explicación, pero sí reflexión. Porque el contraste entre el deseo y la necesidad se vuelve brutalmente evidente cuando miramos a quienes han tenido que dejarlo todo para proteger lo esencial: la vida, la dignidad, la familia.
¿Y si el verdadero privilegio es poder desear? ... quizás tener deseos “superfluos” es, en sí mismo, un reflejo de nuestra fortuna.
- El simple hecho de tener espacio para soñar con cosas que están más allá de lo esencial ya es una muestra de bienestar.
- Disculpad está lágrima envuelta en indefensas palabras, pero leyendo determinados artículos sobre la emigración del mundo necesitado en busca de libertad, nuevos objetivos y mejor vida, descubro tantas y tantas penas que a veces me olvido de que la estupidez humana no tiene límites, bastará para confirmarlo que la humana es la única especie del planeta que tiende a la autodestrucción.
- Hoy terminaré mi texto con una frase de Mahatma Gandhi que no por conocida es, también, cruel y permanentemente muy olvidada: "No hay caminos para la paz; la paz es el camino".
Enrique, te comenté hace dos o tres días (creo) y no me encuentro..., quizás no lo lancé, a veces me pasan cosas raras. Suelo meterme una vez por semana, lo que quiere decir que quizás haga más días aunque a mí se me pasen volando. En todo caso, eres de los que me gusta leer, aunque o aparezca en todo lo que escribes.
ResponderEliminarDicho esto y al hilo de tu escrito, recabo en lo de "La estupidez humana no tiene límites" esa frase atribuida a Einstein refleja muy bien lo que somos. Somos seres complejos, deficientes en tatas cosas que nos proporcionarían ser felices a nivel individual y como sociedad. Pero es lo que hay y cada cuál debe luchar por salir de las propias complejidades. Soñar es importante; rflexionar, también y necesario.
Gracias y, esperando te halles bien, te dejo un gran abrazo. Cuídate.
Gracias, Teo, intento cuidarme, pero no hay tratamientos para mi FSHD, aunque también es cierto, que no tengo grandes dolores, solo discapacidad y la pena de sentirme atrapado, en parte, en mi propio cuerpo.
EliminarMi actividad bloguera es la que es y es cierto que comencé de incognito aquí y en alguna página más, pero me es difícil atender a todos los blogs que yo seguí antes. Agotamiento y falta de tiempo me lo impiden.
En cuanto a tu comentario perdido nada sé pues todos me llegan a la página de moderación y tú ya sabes por qué tengo que moderarlos. No es tu caso, si hubiera llegado ya estaría en la página correspondiente.
En cuanto al comentario sobre el texto de hoy, nada que añadir, prefiero dejar que seais vosotros los que libremente os expreseis aquí.
Un fuerte abrazo, Teo.
Entendido, amigo. Otro abrazo inmenso y seguimos encontrándonos cuando se pueda o surja.
EliminarLa imagen te rompe el corazón y en un mundo que cada día esta cada vez más violento, cruel e indiferente. Te mando un beso.
ResponderEliminarAsí ,lo veo yo también, Judit. Un mundo lleno de violencia por donde vayas.
EliminarUn fuerte abrazo, escritora.
Una imagen y una realidad que duelen, y duelen mucho. Ojalá todos recorrieran ese camino de paz.
ResponderEliminarAbrazos
Dios te oiga, Soñadora.
EliminarAbrazo de domingo
Pues hoy no es un buen día para la paz, con las bombas cayendo en tanto sitios...
ResponderEliminarMe llama la atención lo que parece una sonrisa de la mujer ante la situación tan crítica que están pasando...
Un abrazo, amigo
Quizás esté lanzando una cariñosa frase de ánimo hacia la criatura o un simple gesto de dolor viendo lo que ve. Efectivamente, hoy es un mal día para la paz.
EliminarUn abrazo fuerte, Ildefonso.
A la cruda realidad de tu texto, amigo Enrique, en todas tus apreciaciones, sólo dejaré una mía hoy. Y ella en el plano exclusivo del ser humano..., más "humano". En sus valores mundanos... Y por ello, algo insulsos.
ResponderEliminarLa cita de Gandhi, siendo cierta, ¡el grito del loco clamando en el desierto!
Gran abrazo.
Sí, querido amigo Ernesto, llamar a la paz parece y hoy aún más, un canto loco en el desierto.
EliminarAbrazo de domingo, señor madrugador.
Como decís Enrique, ya la imagen dice todo! Cuánto dolor hay que no conocemos de cerca, muchas veces nos quejamos por cosas sin importancia y no valoramos lo que tenemos, un abrazo!
ResponderEliminarAsí es, María Cristina ... aprender a apreciar lo que tenemos, es siempre una asignatura en la que solemos suspender.
EliminarUn fuerte abrazo.
ETF, sí, de acuerdo contigo. ¿Qué hace ese niño siendo, quiero creer, cuidado, pero a la vez en un entorno hostil del que él, inserto ahí, parace un alma tan fuera de lugar? Solo queda esperar que pasar el umbral de esa valla de alambre, sea el último precio a pagar para encontrar del otro lado la infancia que le fue arrebatada. Va un abrazo.
ResponderEliminarBonito deseo, JD.
EliminarUn abrazo.