17/04/25

Los débiles de veras nunca debieran rendirse ... si pueden y quieren hacerlo

Fotografía de Ildefonso Robledo


17 abril 2025

- Mi amigo Antonio me dice que hace meses que los dos inodoros de su casa gotean, pierden agua, pero no piensa arreglarlo.

- Miguelu me dice que tiene la casa que se le cae de sucia y que la pintura se le está cayendo por días.

- Antoine me dice que los suelos, paredes de azulejo y los dos baños en general tienen juntas negras a las que no hay forma, ni ganas, de reparar o limpiar para dejarlas como debieran estar.

- Pepe me cuenta que las dos lámparas del comedor que llevan bombillas halógenas muy pegadas al techo tienen varias de ellas (las bombillas), fundidas, pero no tiene ni ganas, ni forma de cambiarlas.

- Concha me dice que tiene el trastero del sótano lleno de trastos, ropa, mantas y de cualquier cosa inútil, pero ni ella, ni su marido tienen fuerzas, ni ganas de subirse a una escalera de mano para afrontar esa limpieza.

- Pere me dice que tiene la casa para repasar las paredes y techos de pequeñas fisuras y pintarla por completo, pero ni puede, ni quiere, ni encuentra a nadie de confianza que quiera o sepa hacerlo. Le falta ánimo.

- Y así podría contar otros tantos que tienen el mismo o parecidos problemas, pero sus razones para dejar las cosas como están, fundamentalmente, es porque creen que por lo que les queda no merece la pena dedicarle ni un segundo a poner al día su casa pues nadie se lo va a agradecer. Ven y saben que los descendientes viven al día como si el mundo se fuera a acabar mañana y en cuanto ellos falten las propiedades de lo que hereden las pondrán en venta, cogerán el dinero para seguir viviendo al día y no se preocuparán de nada más. Ni recuerdos, ni libros, ni discos duros, ni fotos antiguas, ni nada que no puedan vender, lo echarán todo a la basura. Una verdadera pena, me dicen.

- Ante este poco alentador panorama de esa parte de la especie humana en extinción, conocida como eso de la gente que ya tiene cierta edad, no he sabido que contestarles, bueno, sí, sólo mi sensible e imperceptible escudo inmaterial del alma en vuelo me creó algo con que poder animarlos y/o contentarlos: 
"Cuidad de vuestras vidas y de la forma en la que mejor llevarlas a feliz término, pero no abandonéis nunca los sentimientos, ni el amor por los vuestros, ni por quien siempre ha estado en vuestras vidas al otro lado de la cama si aún tenéis la suerte de tenerla ahí, no os abandonéis, lo que hagan los demás no os debe importar, vivid ... solo eso, vivid la vida". 
- Quise decirles todo eso, pero no se lo dije, no fui capaz. Finalmente me limité a contestar a casi todos con una frase de Benedetti que a mí siempre me ha servido de bandera o de signo de identidad:
"Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden"

- Ninguno me contestó. 


 

5 comentarios:

  1. Such a heartfelt reflection on the challenges and frustrations that come with aging and maintaining a home. It’s a reminder that sometimes, the burdens we face are not always visible to others. Your words of encouragement, drawing from Benedetti’s quote, are a beautiful way to remind others of their inner strength. Life is about living fully, regardless of the imperfections around us.

    www.melodyjacob.com

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    1. Traducción: Una reflexión tan sincera sobre los desafíos y frustraciones que vienen con el envejecimiento y el mantenimiento de un hogar. Es un recordatorio de que, a veces, las cargas que enfrentamos no siempre son visibles para los demás. Sus palabras de aliento, basadas en la cita de Benedetti, son una hermosa manera de recordar a los demás su fuerza interior. La vida se trata de vivir plenamente, independientemente de las imperfecciones que nos rodean.

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    2. Gracias, Melody, no negaré que me siento sorprendido por tu espontánea y brillante aparición en mi renovado mundo bloguero. Tus palabras i gual que tu aparición, me han resultado muy agradables.
      Repito, gracias.

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  2. Excelente cita la que les dedicas a esos destinatarios a los que nunca les llegó.
    No tengo ese problema. En ningún sentido. Ni en el mantenimiento de mi día a día y mucho menos en lo que otros consideran "herencia" personal para sus descndientes.
    Nada que conservar por mi parte hay en lo personal. Patrimonio y demás al margen. Si exceptuamos algunos libros que fueron fundamentales en mi vida, evolución, "despertar", llamales «h». Pero eso fue en mi vida, momento, circunstancias, etc.
    ¡Ellos tendrán las suyas!
    Abrazos Enrique.

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    1. Excelente, siempre, tu punto de vista, Ernesto, que no por realista siempre resulta incómodo para quien lo ve o escucha del mundo de sus muy preocupadas amistades con este asunto. A veces conviene ignorar y no imaginar lo que sucederá una vez estemos en el más allá.
      Feliz viernes Santo, amigo Ernesto.

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