12 noviembre 2025
- Hoy quisiera entretener mis intenciones en animar a todo aquel que piense que esa luz que se cuela en nuestro dormitorio, al amanecer, entre las rendijas de una mal cerrada persiana, corresponde a un día que no necesariamente será bueno.
- Estímulos, planes, ocupaciones, devociones y hasta manipulaciones bondadosas, parece que pudieran estar fuera del alcance de aquel que ha decidido dejarse llevar por la vida como si fuera un cayuco en un rápido descenso de un río bravo.
- No es fácil dar consejos a quien no los quiere oír o que piensa que no hay mejor opinión que la suya y que lo inevitable no tiene remedio nunca, dejando el listón de lo imposible en cotas de una decepcionante realidad la cual no se puede alcanzar por falta de lo principal ... ganas y/o necesidad de supervivencia.
- Yo veo bailar cada semana una bachata o un bolero a muchos de mis amigos los cuales tienen más de setenta y los hay hasta de más de ochenta años. Algunos de ellos empezaron a hacerlo cuando enviudaron o cuando el último de sus hijos abandonó el nido. Otros (o los mismos), hacen viajes colectivos en bus o en otros medios, cruceros de una semana y otros practican yoga, baile de salón en grupo y hasta natación controlada en grupos de aquagym. Todos tienen múltiples razones, solteros, viudos, matrimonios y hasta parejas de hecho, para sentirse con ganas de poder hacer algo útil en su vida. Muchos compaginan sus labores de ocio con las de cuidar de los nietos o las de ayudar en la casa de sus hijos cuando estos lo piden.
- Hay un periodista de la noche que tras su corto discurso de cada intervención diaria se despide con un: "Siempre amanece" y eso es un canto a la vida, a la esperanza y a las felices ganas de supervivencia. Ese es mi lema ... "rezar para que mañana vuelvan esos rayos de luz que se cuelan entre las rendijas de mi persiana".
