11 julio 2025
- Cuando te anuncian (esos amigos que se ponen tan babosos como yo cuando hablan de sus nietos, o de alguna criatura familiar), que una de sus nietas les ha dado por acceder a la Escuela de Arte y sin saber muy bien que quiere decir eso y para qué sirve estudiar ahí, se sienten más orgullosos que en un buen deshacer en pleno monte o más a gusto que un marrano en un charco.
- Después de leer varias veces lo que he escrito en el párrafo anterior y bromas aparte, ¿qué será lo que nos mueve hasta las más profundas entrañas de nuestra alma todos esos logros de esos niños y no tan niños que nos hacen tan felices (y muy abuelos), desde el mismo momento de su nacimiento?
- Y es que tener nietos es mucho más que sumar ramas al árbol genealógico: es ver florecer la vida en su estado más puro, es un chorro de savia nueva que nos despierta el alma dormida, que nos devuelve al asombro y nos conecta con una ilusión que creíamos reservada solo a la juventud. Cada paso que dan, cada ocurrencia, cada logro (aunque no sepamos exactamente para qué sirve estudiar en la Escuela de Arte), nos hace latir más fuerte el corazón. Porque esos niños son una extensión de nuestras esperanzas, una segunda oportunidad de sentirnos útiles, presentes y profundamente vivos.
- Cuidaros, el calor en el hemisferio norte es abrasador, más que nunca. En Europa han muerto más de 2300 personas por la ola de calor entre el 23 de junio y el 2 de julio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario