Vivamos la Nochebuena de corazón, hagamos firme ese momento
24 diciembre 2025
- Hay años en los que uno comprende, casi sin darse cuenta, que los mejores regalos no caben en una caja. Por eso, este año me atrevo a recomendar algo distinto: en lugar de pedir cosas… pidamos momentos.
- Pidamos reencuentros y cafés con esas personas a las que, sin querer, habíamos empezado a echar de menos. Pidamos tardes inesperadas, con un par de copas de vino y conversaciones que nos devuelvan la risa. Pidamos encontrar a alguien que nos inspire a ser mejores, que nos recuerde que aún queda mucho por vivir.
- Pongamos toda nuestra ilusión en un décimo de lotería del niño (por si acaso), y preparemos una lista de viajes, aunque sea solo para soñar. Pidamos cenas acogedoras en familia, comidas con amigos, y entendamos que la felicidad, al final, es compartir estas fechas con quienes están ahí todo el año, no solo en diciembre.
- Pidamos también aprender a cambiar lo que no nos gusta de nosotros mismos, porque crecer sigue siendo posible a cualquier edad. Pidamos una declaración de amor, aunque sea pequeñita. Pidamos tardes de peli-sofá-manta-chimenea, de esas que curan el frío de fuera y el de dentro. Pidamos dibujar sonrisas a quienes viven una postal navideña distinta, más dura, más silenciosa.
- Y pidamos por nosotros mismos, porque también lo merecemos. Que al menos uno de esos mil deseos que guardamos en el corazón se haga realidad.
- Deseos: En esta Nochebuena, que la nostalgia no duela, sino que abrace. Que recordemos lo vivido con ternura y miremos al futuro con esperanza. Que sepamos valorar lo pequeño, lo cotidiano, lo que permanece. Y que cada uno encuentre, en estas fechas, un motivo para sonreír y otro para seguir adelante.
De corazón, ¡¡¡Felices Fiestas!!!

También eso, será comercializado, envuelto en papel con estrellitas y arbolitos.
ResponderEliminarPero realmente, lo verdaderamente importante, en todo tiempo y lugar, es el contacto humano.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, Alfred. Al final, todo puede acabar envuelto en papel brillante… menos lo que de verdad sostiene estas fechas: la cercanía, la palabra compartida, la mano tendida.
EliminarLo demás es decoración; lo humano, en cambio, permanece.
Gracias por recordarlo con tanta sencillez.
Un abrazo grande.
Me uno fervientemente a tus deseos, Enrique, que se hagan realidad en muchos, un abrazo y Muy Feliz Nochebuena junto a los tuyos.
ResponderEliminarGracias, María Cristina. Qué Dios nos oiga.
EliminarFeliz Navidad
Felicidades amigo y que así sea, como lo deseas. Que no falten las risas y sueños a cumplir.
ResponderEliminarQue pases una Noche Buena con mucha paz y amor junto a tu familia. Abrazo enorme va
Lu, muchísimas gracias por tus palabras tan llenas de cariño. Ojalá que esas risas y esos sueños que mencionas también te acompañen a ti, hoy y siempre. Que esta Nochebuena te regale calma, abrazos sinceros y ese calorcito del alma que solo dan las personas que queremos.
EliminarBrindo por ti, por los tuyos y por todo lo bueno que aún está por llegar.
Un abrazo enorme, de corazón.
Para ambas propuestas, amigo Enrique, motivos tengo... Y todos naturales!
ResponderEliminarLo mismo sé para ti, familia y amigos.
Y por ello, mi más cordial felicitación de Navidad.
Fuerte fuerte abrazo!
PD: ¿Habrá esta noche un chín chín excepcional? ¡Dándolo por sentado, levantaré mi copa tras la cena para brindar contigo!
Ernesto, muchísimas gracias por tus palabras tan generosas y por ese brindis que ya imagino lleno de afecto y buena compañía. Qué importante es, como dices, celebrar lo natural, lo auténtico, lo que permanece incluso cuando todo lo demás cambia de envoltorio.
EliminarEsta noche, cuando llegue ese pequeño “chín chín” que todos esperamos, levantaré también mi copa por ti, por los tuyos y por esa manera tan noble que tienes de observar y vivir la vida.
Que la Navidad te regale paz, alegría y motivos nuevos para seguir soñando.
Un fuerte abrazo.
Creo que todo esto que nos propones es el mejor de los regalos que se pueden tener y por lo tanto me uno a ese deseo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Tomás, feliz Navidad.
EliminarBonitas palabras para esta Noche De paz , esta Nochebuena que todos deseamos sea mejor que nunca .
ResponderEliminarOjalá todos pudieran celebarrla con los suyos y en paz .
Que se olviden de los rencores y de lo malos rollos . De las discusiones que no llevan a ninguna parte .
Aparquemos la política y el Futbol.
te deseo igualemnte para ti y los tuyos unas muy FELIZ NAVIDAD y en general una MUY FELICES FIESTAS .
Un abrazo.
Joaquín, muchísimas gracias por tus palabras tan sinceras. Ojalá, como dices, esta Nochebuena nos regale un respiro de paz, de esos que se sienten por dentro y se comparten sin esfuerzo. Qué falta nos hace dejar a un lado rencores, discusiones inútiles y todo aquello que solo enturbia lo que realmente importa.
EliminarAparcar la política y el fútbol por una noche ya sería casi un milagro navideño, pero quién sabe… quizá estas fechas nos recuerden que, antes que opiniones, somos personas que necesitan abrazos, calma y compañía.
Te deseo de corazón una muy Feliz Navidad, para ti y para los tuyos. Que la viváis con serenidad, con cariño y con ese calor que no se compra ni se envuelve.
Un abrazo grande.
Seamos humanos y cambiemos este mundo que aún estamos a tiempo... En eso se sintetiza buena parte de tu prosa, amigo, ese es siempre tu mensaje...
ResponderEliminarFeliz Navidad, Enrique!!
Abrazo hasta vos de corazón!!
Carlos, qué alegría leerte así, con esa mirada limpia que siempre encuentra el centro de las cosas. Si algo intento —con mayor o menor acierto— es justamente eso que dices: recordar que aún estamos a tiempo, que mientras sigamos siendo humanos de verdad, de los que sienten y acompañan, este mundo todavía puede torcer hacia el lado bueno.
EliminarGracias por tu lectura generosa, por tu abrazo que llega hasta aquí y por esa manera tan tuya de decir las cosas, sin ruido pero con verdad.
Feliz Navidad para vos y los tuyos. Que la vida te regale calma, risas y esos pequeños milagros cotidianos que sostienen todo lo demás.
Abrazo grande, de corazón al corazón.