06 abril 2025
- Mirando al cielo se me escapó, con tenue voz, que lo mejor sería refugiarme y pronto. Una vecina de ese invisible y majestuoso espacio sonrió al oírme.
- Me dirigí a mi simpática vecina de asiento y le dije: "Mire, mi refugio es de otro mundo. En el espacio de mi muy olvidada memoria me acordé de esa viñeta de Forges en el que se ve a dos hombres andando juntos y uno le dice al otro ... ¿qué te ha dicho el médico? y el otro le contesta ... ¡¡¡huye!!! y yo, en eso estoy".
- A la mujer le entró una risa floja que, sin yo poderlo entender, ni tampoco quise preguntarle, le seguía viva cuando decidí marcharme hacia mi refugio. Di cuatro pasos y me volví: sorprendentemente no había nadie.
- A veces creo que estoy perdiendo la razón, otras estoy felizmente convencido de ello.
Al leerte Enrique da la impresión de un relato de misterio…pero me detengo y pienso.
ResponderEliminarYo también tengo un refugio:))))
Tarde de sol. Abrazos.
Donde seas feliz, ahí es el refugio.
EliminarUn abrazo fuerte, Angela.
¡No estás perdiendo la cabeza, amigo!.. Te afirmo y te aseguro.
ResponderEliminar¡Es un exceso de imaginación!.. Tal vez, una costumbre de crear contenidos para tus blogs.
Me gusta leerte.
Todavía de vacaciones, vengo a desearte una buena y bella semana de abril.
Un grande abrazo.
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Gracias, Majo, eres, siempre, muy amable.
EliminarUn fuerte abrazo.