- Y sin saber muy bien por qué, nos fuimos de marcha y Pere nos soltó su discurso:
"Cuando alguien de la pareja le es infiel al otro, no solo se rompe ese compañerismo, transparencia, y camaradería, pasa mucho más, se rompe también todo lo que tiene que ver con su propia estima, con los valores, y millones de cosas intrínsecas de uno, que de un momento para el otro se convierten en nada. No somos nada. Y nos sentimos completamente vacíos y decepcionados en una manera existencial. No podemos volver atrás, porque de hacerlo, volveríamos a hacer lo mismo, nos sentimos avergonzados y con grandes deseos de aparecer en un lugar distinto y en una era distinta, para no ser reconocidos ni por nosotros mismos. Un amigo mío, muy golfo él, decía que «solo es infiel aquel que es pillado en ese cruel e inexplicable acto», pero la peor vergüenza no es ser infiel, lo peor, al parecer, es que se sepa que lo eres."
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