25/08/24

¿Por qué?

Eddie O’Bryan, el maestro del blanco y negro

25 agosto 2024

- Esperando que el alma reaccione ante esa odiosa e indeseable meta y la convierta en tan inalcanzable como utópica.

- Observando las curvas del camino como si pudieras intuir que en una de ellas se fuera a producir el desenlace definitivo.

- Salió el sol, respiras, la sigues queriendo más que nunca y cada día te repites la más triste de las preguntas: ¿Por qué?

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24/08/24

Juan Benet, Lucía Herrero y el número de lectores

Imagen de Lucía Herrero - Homenaje a la bata
 

24 agosto 2024

- Solía decir Juan Benet que la bondad de los textos cuantos escribes es inversamente proporcional al número de tus lectores.

- Dice tanto esa frase que no será necesario explicar por qué, basta con ver donde, hoy, se dan las mayores audiencias en las nuevas TICs

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23/08/24

Toda una vida

 



23 agosto 2024

- Un día crees que no serás capaz de levantarte, que si lo haces quizás te caigas otra vez golpeando tu cabeza contra ese maldito radiador del pasillo y que tanta sangre derramaste por ello pensando, además, que si esa caída te llega a pillar viviendo solo quizás ya no estarías en este mundo cruel.

- Un día crees que no sabes muy bien si hay alguien más, además de Ella.

- Un día crees que parece imposible que haya pasado todo tan deprisa y que la frase de toda una vida, a mi edad, suena a dos días, una semana, quizás algún mes, pero la vida, siendo bella, me parece cada día que pasa mucho más corta que lo que abarca esa dichosa frase de "toda una vida".

- Toda una vida por delante, un amor para toda una vida, te queda toda una vida para disfrutar de ella y de Ella. Falso, son felices, pero sólo dos días o poco más, no perdamos tiempo en intentar evitarlo y disfrutemos tal y como se ofrece.
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22/08/24

Elaia, sólo Elaia

22 agosto 2024

- Recordaré aquí una historia que me sucedió hace, ya, cinco años.

Robert Doisneau

21 agosto 2019

- Estaba sin saber que hacer cuando alguien me ha dado unos golpecitos de dedo huesudo en el hombro derecho y me ha preguntado: ¿Usted también espera al médico?

- Una mujer bellamente madura, piel blanca, pamela color pastel y ojos color como el cielo más azul que jamás haya visto, me estaba sonriendo y esperando una respuesta.

- No – le he dicho – bueno sí, estoy esperando que vuelva de desayunar para que me imprima las recetas pues se les ha terminado la tinta para las impresoras.

- Usted es de Bilbao ¿Verdad? – me pregunta, nuevamente, la bella de los ojos azules.

- La miré haciendo cara de sorprendido y sonriendo a modo de viejo ligón como si tratara de llevarla conmigo a la primera fila de la Misa de 9. No, soy de la Barceloneta – le contesté finalmente.

- ¿Puede guardarme el turno? es que he venido de urgencias y me han asignado este médico.

- No hay problema – le he dicho.

- ¿Le traigo un café? – me dice de forma muy sugerente mi setentañera de hoy.

- Iba a contestarle que no pero me arrepiento y le digo: Capuchino sin azúcar, gracias.

- Pasaron veinte minutos y vino mi café y mi chica de los ojos color cielo. Pasaron otros veinte hablando, ella y yo, de lo cómodo que es vivir enamorado de la vida y de alguien con quien contarle todos los problemas y sucesos del día a día. Entonces, justo cuando ya empezábamos a intimar apareció una celadora con una caja de hojas de papel A4 y cartuchos de tinta negra que hicieron las delicias del médico al verla llegar con tan necesario material.

- Usted primero, me dijo mi chica, y yo entré, cerré la puerta y el médico me dice: Veo que conoces a Doña Elaia. Es de Bilbao, su marido se marchó de su lado en enero para venirse a Alicante con un viejo amor de juventud pero hace una semana la llamaron para contarle que su marido, a sus setenta y siete, murió de un infarto mientras estaba haciendo no se qué en una piscina de una urbanización de la Playa en plena madrugada. Elaia es una mujer valiente, tiene un positivo en heces y un PCR a 9 que hacen presumir lo peor. Es una mujer valiente, muy amable y con muchas posibilidades. Ah, tiene demencia senil incipiente, si no te conoce no te asustes, ella está bien pero no puede retener nada en su memoria.

- Salgo y mi bella setentañera se levanta del banco de las esperas insufribles, se coge de mi brazo y me dice: Vamos para casa cariño … ¿Qué te ha dicho el médico?

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21/08/24

Un mundo sin sueños no es mundo.

 


21 agosto 2024

- Quizás haga, ya, demasiado tiempo y por ello se nos olvida de que la necesidad de tener sueños es algo que nace cuando salimos del vientre de nuestra Madre y que con el tiempo ese tarro lleno de ellos se va quedando vacío, bien por haberse cumplido o bien porque perdimos la fe en ellos.

- Por favor, no olvidemos que tuvimos sueños y que por ello donde haya un niño debemos respetar, mantener y apoyar los suyos. Un mundo sin sueños no es mundo.

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20/08/24

Lo que debes tener siempre guardado en tu memoria o en un papel que sea de fácil acceso.

Imagen: Eugenia Loli


20 agosto 2024

- Alejandro (el que siempre habla de lo que le gustan las lentejas cocidas), entra en crisis pues se acaba de acordar que todas las mañanas su mujer le dice que debiera apuntarse y apuntarle, en algún sitio a quien tienen que llamar o qué hacer, si ella o él, se caen al suelo en casa de un infarto o vete tú a saber de qué. Dice que no lo sabe y nos lo pregunta … “Si no me lo aprendo, Enrique, mi mujer, aún y muerto, me vuelve a matar si no lo sé”. 

- Y como todos los del café allí presentes son sabios veteranos y con ganas de largar, tengo que oír seis respuestas muy sabias y categóricas:
  1. Lo primero, siempre, es llamar al 112 que siempre funciona. (Ojo, leer La estafa del falso nuevo número de emergencias 088 que circula por Whatsapp)
  2. Llamar al 091 si no sabes el del Hospital y en el 112 (cosa rara), no te contestan.
  3. Llamar al portero, él tiene obligación de saber a quien hay que llamar. Para ello el portero tiene que estar de acuerdo en que le llamen.
  4. Llamar a un taxi. Apuntar en la lista el número de la compañía de taxis de tu zona.
  5. Llamar a un servicio de ambulancias de la Seguridad social o Privada cuyo nº de teléfono varía en cada ciudad o pueblo.
  6.  Apuntar en esta lista el número de teléfono de tus hijos (si tienes hijos), y el de tu mejor amigo, este último suele ser vital.
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19/08/24

Sonriendo, pero tengo un enorme miedo a morir

 

Fotografía de Eva Besnyo


19 agosto 2024

- Ya casi no me acuerdo de cuando mi Padre me llevaba los domingos y desde mi más tierna infancia, a la Iglesia del Pino en Barcelona. Rezaba con sentimiento y hasta me sentía creyente.

- La Señora Antonia (la del piso llamado Principal), se ofrecía para que bajara con ella a un huerto que tenía a los pies de su casa y recogía higos de una hermosa higuera los cuales eran de un dulce y extraordinario sabor. Antonia (muy vieja ella y muy niño yo), me premiaba con un beso y con una bandeja repleta de higos por hacerle compañía. Yo me sentía el rey del mundo y mi Madre cuando me veía subir a casa (en el tercer piso y sin ascensor), con la bandeja y mi sonriente y feliz faz, me daba otro beso y me decía: "¿Cómo te haces querer tanto, Enric?". No era yo, entonces, sabedor de esa extraña y desconocida virtud.

- Jugaba yo de portero (creo que fue la primera y única vez que lo hice en esa demarcación), y vino a verme jugar por primera y única vez mi Santo Padre acompañado de mi hermana. Yo tendría unos doce años, era el campo del Velódromo de Gracia (hoy derruido y ocupado por varios bloques de viviendas de PO). Me sentí el rey del mundo, hice un buen partido, ganamos y no me metieron ningún gol. Sentía su amor y con ello, correspondido.

- Como esas viejas historias viví muchas más, siempre feliz, siempre contento, soñando, admirando, aprendiendo de todo y de todos lo cual provocaba en mi unas grandes ansias por vivir, pero anoche tuve un mal sueño. Me vi de niño y como fui convirtiéndome en un viejo sonriente, pero decrépito, enfermo, sentado en una silla de ruedas y llorando silenciosamente, pero repitiendo en el interior de ese cuerpo arruinado una única voz que repetía una y otra vez: "No quiero morir, no, no quiero morir, tengo miedo a morir". 

- Hoy me desperté igual que ayer, me sentía como un niño que aún no ha aprendido a andar, pero ese niño se asomó a la ventana, miró al cielo y dijo algo que ni yo mismo recuerdo, solo sé que lo dije sonriendo.

Tuve que morir un par de veces para aprender a valorar la vida

  Fotografía de Paul Kessel 18 octubre 2024 - Me sentía cada vez más desanimado. Pensé que todo lo que me queda por vivir no va a ser mejor....